Nuevos atentados contra fieles y desempleados chiíes en Irak
Al Qaeda provoca la muerte de otras 20 personas en el país árabe
Más de 20 iraquíes han muerto en varios ataques cuyos blancos eran los feligreses chiíes que acudían a una mezquita de la localidad norteña de Tuz Jurmatu, cerca de Kirkuk, y en las colas de parados que se forman en Bagdad. Los atentados se produjeron tras la declaración de "guerra total" lanzada el miércoles en Internet por el jefe de Al Qaeda en Irak, Abu Musab al Zarqaui, contra la comunidad chií.
Al Zarqaui acusa a los chiíes de colaborar con Estados Unidos en la "ocupación de Irak".
Desde la divulgación de este mensaje han muerto en Irak más de 200 personas. El ataque más mortífero se produjo por la mañana en Bagdad en las afueras de un local donde decenas de parados chiíes esperaban ser contratados. Un total de 12 personas murieron y otras 23 resultaron heridas.
En otro punto de la capital iraquí, varios pistoleros que viajaban en dos automóviles dispararon contra otra cola de parados en una plaza del barrio de Yadida, al sur de Bagdad, y mataron a dos personas e hirieron a 13. Todas las víctimas son chiíes, según informaron fuentes hospitalarias. Minutos después, otros terroristas mataron a un oficial del Ministerio de Transportes e hirieron a dos parientes suyos.
En el norte del país, en las proximidades de la mezquita Al Rasul Al Adam de la localidad de Tuz Jurmatu, cerca de Kirkuk, a unos 160 kilómetros de Bagdad, un coche bomba estalló y acabó con la vida de 11 personas e hirió a 24. El oficial de la policía iraquí Saed Ahmed declaró que un ciudadano de nacionalidad saudí que llevaba un cinturón con explosivos fue detenido poco después del atentado, acusado de trabajar en connivencia con el suicida.
Otra manifestación de estos ataques contra los chiíes fue el asesinato en plena calle de Bagdad de los ocupantes de un coche, aparcado cerca de la mezquita chií del imán Alí, en Sader City.
Los terroristas han atacado las mezquitas chiíes desde los últimos 18 meses en un intento de provocar el enfrentamiento entre la mayoría chií, que representa el 60% de la población, y la minoría suní, comunidad que gozó de poder durante el régimen de Sadam Husein. Los chiíes, marginados durante la dictadura, se encuentran al mando de puestos clave en Irak desde la caída del antiguo régimen, en abril de 2003.
En este contexto de violencia fue secuestrado ayer en Irak un chipriota de 35 años, según informó la televisión chipriota. El hombre, que trabajaba para una compañía libanesa, se encontraba destinado en Bagdad para promover sus productos. El trabajador, cuyo nombre no ha sido hecho público, fue tomado como rehén hace unas dos semanas, según señaló la cadena de televisión privada Antenna.
Mientras se suceden este cúmulo de acciones violentas, en el oeste del país, el Ejército estadounidense lanzó un ataque contra los insurgentes. El pasado jueves nueve supuestos terroristas murieron tras un ataque aéreo del Ejército de Estados Unidos contra un almacén de supuestos miembros de la rama de Al Qaeda en Irak.
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