Cierre en máximos

La Bolsa española consiguió ayer un nuevo máximo anual después de tres sesiones en las que los inversores se tomaron un descanso. El Ibex 35 cerró en 10.532,10 puntos, con una subida del 0,54%, sin que el vencimiento de los contratos de opciones y futuros de este mes tuviera incidencia alguna en ese resultado.

Si hay algo que pueda definir esta orientación del mercado, son las operaciones corporativas, las que están en marcha o aquellas que los inversores presienten o inventan. Tras el sector eléctrico, en el que las cosas están menos definidas que nunca, entra en liza el sector bancario, con un juego cruzado de posibles operaciones internas y externas que están contribuyendo a caldear el ambiente. El éxito del banco holandés ABN-Amro en Italia, al hacerse finalmente con el control de Antonveneta, ha servido para caldear el ambiente, pues deja al BBVA en una situación delicada, según los comentarios más extendidos por el parqué madrileño.

La situación del entorno económico no contribuye, precisamente, a consolidar la tendencia de la Bolsa, pero los inversores parecen más convencidos que nunca de que "se están cociendo cosas" y no quieren quedarse fuera.

La Comisión Europea comunicaba ayer que recortará su previsión de crecimiento económico para este año en la eurozona por el encarecimiento del petróleo, mientras que en Estados Unidos se prodigan los indicadores contradictorios. La confianza de los consumidores desciende a toda velocidad, mientras que el déficit comercial se reduce, aunque el último dato es de finales de junio.

Otro de los elementos a tener en cuenta para calibrar la actualidad de las bolsas está en la renta fija, que en los dos últimos días ha registrado una subida de cinco centésimas en la rentabilidad del bono a 10 años como consecuencia de la caída de los precios.

La contratación en el Mercado Continuo también apunta en la buena dirección, aunque ayer pudo verse inflada por la actividad de los profesionales ante el vencimiento de los contratos de opciones y futuros. El total negociado ascendió hasta 3.812,62 millones de euros, con 2.975,60 millones en operaciones "abiertas", que son las que influyen en la formación de los precios.

El descenso del precio del petróleo está contribuyendo en forma importante a facilitar una visión más optimista de las posibilidades de la renta variable, a pesar de la inestabilidad ambiental.