Diez atentados de Al Qaeda causan 150 muertos en Irak
El texto final de la Constitución no logra el apoyo de la minoría suní
Irak vivió ayer una de las jornadas más sangrientas desde la proclamación del fin de la guerra por parte de Estados Unidos, en abril de 2003. Una cadena de 10 atentados sincronizados causó cerca de 150 muertos y centenares de heridos. Al Qaeda reivindicó la autoría de la masacre a través de una página web. La violencia se ensañó sobre la comunidad chií, mayoritaria en Irak. La minoría suní, mientras tanto, mantiene su rechazo al texto final de la Constitución hecho público ayer.
El atentado más mortífero tuvo lugar en una plaza donde cada mañana se congregan trabajadores de la construcción en busca de un empleo. El suicida atrajo a su vehículo a los parados con promesas de trabajo y, cuando ya estaba rodeado, hizo estallar los 220 kilos de explosivos que ocultaba en su vehículo. Ocurrió en el barrio de Kadimiya, un área de mayoría chií. Al menos 114 personas murieron en este atentado y 162 resultaron heridas, lo que lo convirtió en el segundo ataque más sangriento desde el fin de la guerra.
En el hospital de Kadimiya se vivieron escenas de horror, con decenas de heridos gimiendo en su agonía mientras eran atendidos en el suelo. Fuera del hospital, y en las morgues de la ciudad, los familiares de las víctimas se amontonaban para conocer la suerte de sus seres queridos.
Los otros nueve atentados tuvieron lugar en diferentes puntos y carreteras de Bagdad. También en Tayi, al norte de la capital, hombres armados asaltaron unas viviendas en mitad de la noche, sacaron a algunos de sus habitantes y les dispararon a la cabeza; 17 personas, todas chiíes, murieron. Mientras, el texto final de la Constitución iraquí que el 15 de octubre debe someterse a referéndum quedó ayer cerrado. Las nuevas enmiendas afianzan el carácter árabe de Irak, aunque aún no satisfacen a la minoría suní.
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