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Crónica:FÚTBOL | Primera jornada de la Liga de Campeones
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Villarreal indulta al Manchester

El cuadro de Pellegrini acorrala al equipo británico, pero añora el talento de Riquelme

No le faltó carácter al Villarreal en su debut en la Liga de Campeones. E incluso su ejercicio de profesionalidad resultó impecable, sobre todo en una defensa concentradísima que obligó a Ferguson a retirar a Van Nistelrooy y a Cristiano Ronaldo, ambos frustrados, después de que Rooney ya se hubiera largado él solito tras aplaudir cerca de la cara del árbitro. Sin embargo, al cuadro de Pellegrini le faltó Riquelme, o lo que es lo mismo, el talento para destripar en los últimos metros al Manchester cuando éste ya se había entregado. Decepcionó el conjunto de Ferguson, vulgar en su juego de entre líneas y sin puntería en su poderosa delantera. No hizo caso del célebre Matt Busby, entrenador del Manchester en los 50, 60 y 70, que siempre les repetía a sus jugadores antes del partido: "Diviértanse y entretengan a la gente". El Madrigal acogió con entusiasmo el empate, que alimenta las opciones de este debutante y atrevido Villarreal, especialmente cuando recupere a su estrella Riquelme.

VILLARREAL 0 - MANCHESTER 0

Villarreal: Viera; Kromkamp, Gonzalo, Quique Álvarez, Arruabarrena; Josico (Tacchinardi, m. 46), Senna, Font (Roger, m. 70), Sorín; Guayre (Lucho Figueroa, m. 66) y Forlán.

Manchester United: Van der Sar; O'Shea, Ferdinand, Silvestre, Heinze (Richardson, m. 33); Ronaldo (Park, m. 79), Fletcher, Scholes, Smith; Rooney y Van Nistelrooy (Giggs, m. 79).

Árbitro: Milton Nielsen. Expulsó a Rooney (m. 64) por doble amarilla. Amonestó a Gonzalo Rodríguez, Richardson, Font y Smith.

Unos 22.000 espectadores en El Madrigal.

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Rooney da la nota en El Madrigal

Deslumbrado por la púrpura del club británico, el Villarreal tardó más de media hora en mirar de frente la cocina de Van der Sar. Fue Arruabarrena, en un disparo a bocajarro, quien probó la agilidad del espigado meta holandés. Y la jugada llegó por la izquierda, donde el cuadro de Pellegrini descubrió a O'Shea, una calamidad técnica en el lateral derecho. Con carencias impropias de uno de los grandes equipos del planeta. Aunque no es el único. La defensa inglesa no se caracterizó precisamente por su delicadeza para sacar el balón, con Rio Ferdinand a la cabeza, muy sobrevalorado cuando el Manchester pagó por él al Leeds una fortuna. Tampoco el centro del campo demostró la calidad que se le supone, como no podía ser de otro modo después de que Ferguson juntara a Fletcher y a Smith para acompañar a Scholes, el único verdadero centrocampista. Así que, como no llegaban provisiones, Rooney bajaba a recibir y ahí perdía gran parte de su poderío. Y sir Alex lo fió todo a la pesada dinamita de su delantera. Que no es broma, claro. Ronaldo, Rooney y Van Nistelrooy, sin embargo, estuvieron muy atados por los defensas amarillos, conscientes de que no podían regalar un solo metro. El que le bastó a Van Nistelrooy para rematar el que parecía el primer gol del partido de no haber sido por la pirueta del ágil Gonzalo en la misma raya de gol. El mayor peligro británico vino en jugadas a balón parado, donde imponía su envergadura.

Es duro decirlo, pero el Villarreal se queda casi en la mitad sin la presencia de Riquelme. Deja de existir en el último tercio del campo. Se convierte en un ataque previsible. Y nadie lo añora más que Forlán, que descubre de pronto que no hay nadie que entienda sus desmarques, o que tenga la capacidad para ponerle el balón donde le gusta, con cierta ventaja sobre el defensa. El delantero uruguayo vive en la incomprensión. Tampoco le ayudó la inclusión en la alineación de Guayre, con la velocidad de siempre, pero sin el fondo para repetir dos sprints seguidos.

El partido se desatascó en el segundo tiempo. El Villarreal jugó más suelto, recuperó parte de su buen gusto, y se sintió más arropado con la entrada de un notable Tacchinardi por un apagado Josico. Mientras, el Manchester acentuó su propuesta de dominar en las dos áreas. Sin conseguirlo. Atacó con mucha gente, pero sin acierto. El que le faltó a Ronaldo, que apenas se había entrenado tras el fallecimiento de su padre. Aunque quien le puso el choque de cara al Villarreal fue Rooney, expulsado tras ser fiel a la fama de inmaduro que le precede. Y a la mejor tradición de futbolistas británicos geniales pero alocados, los Gascoigne, Best y compañía. Pellegrini apostó por la victoria y dio paso a Roger, ausente un año por lesión, y a Lucho Figueroa. El Manchester plegó velas. Senna envió una falta al larguero, pero al conjunto amarillo le faltó el brillo. El que le da Riquelme.

Rooney caza por detrás a Quique Álvarez, jugada que derivó en la expulsión del inglés.
Rooney caza por detrás a Quique Álvarez, jugada que derivó en la expulsión del inglés.EFE

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