Vizcaya aprueba su segundo plan de residuos, que prevé un gasto de 162 millones

El Consejo de Gobierno de la Diputación vizcaína aprobó ayer su segundo plan de gestión de residuos urbanos, que prevé un gasto de 162 millones de euros. El proyecto incluye la ampliación de la actual incineradora de basuras para que trate casi 100.000 toneladas más (su capacidad actual es de 230.000 toneladas anuales) y la construcción de una planta de tratamiento mecánico-biológico, que separa el material aprovechable de los desechos orgánicos de la basura.

El documento, apoyado por todos los grupos junteros vizcaínos salvo Ezker Batua, debe pasar ahora el trámite de información pública, la realización del informe definitivo de evaluación de impacto ambiental y la aprobación por las Juntas Generales, el último paso, que se calcula para finales de este año.

Los partidos vizcaínos han elegido la más cara de las tres opciones barajadas. El debate en una comisión especial de las Juntas se ha prolongado durante nueve meses y ha posibilitado algunos cambios, como la obligatoriedad de la titularidad pública mayoritaria en las nuevas infraestructuras de tratamientos de residuos. Así se evitaría lo ocurrido con la incineradora de Zabalgarbi, con mayoría de capital público al gestarse y de la que la iniciativa privada posee ahora el 55%.