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El PP acusa al obispo Uriarte de hacer política y PNV y EA salen en su defensa

El País

La homilía que el obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, realizó el viernes en la misa que con motivo de la festividad de Nuestra Señora de Arantzazu se celebra en el santuario de Oñati, ha encontrado un eco muy diferente entre los diversos partidos. Mientras el PP acusó ayer a Uriarte de hacer un discurso más político que evangélico por pedir como "signos de distensión" el cese de las acciones violentas y el acercamiento de presos, el PNV y EA salieron decididamente en su defensa.

El obispo donostiarra señaló en sus palabras que el acercamiento a la paz requiere de signos de distensión por parte de "los principales implicados". Entre esas señales citó el final de las acciones violentas y las extorsiones económicas, sensibilidad hacia las víctimas y humanizar la situación de los presos y de sus familiares, en una clara alusión al acercamiento de los reclusos de ETA a las cárceles del País Vasco. Para el portavoz del PP en Euskadi, Leopoldo Barreda, el obispo se aleja del tono evangélico que debe presidir sus reflexiones para adentrarse en un terreno político. Barreda lamentó que Uriarte equipare a ETA y sus víctimas, ya que en la actualidad sólo existe una organización terrorista que "mata" y una sociedad democrática que "tiene su legítimo derecho a defenderse".

El dirigente popular aprecia un claro sesgo nacionalista en el discurso del obispo. "Es muy difícil percibir en la voz de Uriarte un matiz diferente de las posiciones nacionalistas. Es muy difícil distinguir cuándo habla como político y cuándo como obispo".

Hechos concretos

Frente a las críticas del PP, EA y PNV arroparon al obispo. El secretario general de EA, Unai Ziarreta, aseguró que su partido "coincide plenamente" con las demandas del prelado para lograr la paz, como el cese de la violencia y el acercamiento de los presos de ETA. En esa línea, pidió al presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, que pase de "las buenas palabras a hechos concretos" para lograr la pacificación.

El portavoz de la ejecutiva del PNV, Iñigo Urkullu, resaltó que es preciso exigir el "cese absoluto" de la violencia, ya sean extorsiones, atentados o coacciones, pero también recordó que la Constitución recoge unos principios sobre política penitenciaria, como el acercamiento de presos,

que si se cumplen ayudarían al proceso de normalización. Urkullu también pidió la derogación de la Ley de Partidos porque "dificulta" el proceso de paz.

Desde el PSE, su portavoz, Rodolfo Ares, replicó a Urkullu que la ley seguirá en vigor mientras sea "útil" para combatir el terrorismo y le pidió que dirija sus esfuerzos hacia Batasuna para que condene el terrorismo. "La violencia es lo que hace necesario que el Estado de Derecho mantenga la firmeza democrática y una legislación acorde a la situación", resaltó.

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