Maragall ve posible el nuevo Estatuto gracias a "la generosidad patriótica" de los políticos

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, mostró ayer su lado más optimista respecto a la aprobación del nuevo Estatuto y, en su discurso institucional con motivo del Onze de Setembre -la Diada Nacional de Cataluña, que se celebra hoy- aseguró que la reforma estatutaria será "posible" gracias a la "generosidad patriótica" de los líderes políticos. Maragall defendió en su alocución la mejora del autogobierno y la financiación -"sin dejar de ser solidarios"- para llevar a cabo una "reforma social" y hacer de Cataluña "uno de los países más avanzados de Europa".

La Diada de este año viene marcada por la reforma del Estatuto de Autonomía y por la ronda de entrevistas que ha mantenido Maragall esta semana con los líderes políticos catalanes con el objetivo de desencallar las negociaciones. A estos dos acontecimientos se refirió el presidente de la Generalitat en su discurso para proclamar su convencimiento de que el "mejor" Estatuto para Cataluña verá la luz verde gracias a la "generosidad patriótica" y al esfuerzo de los dirigentes de las formaciones políticas.

Maragall admitió que, desde el punto de vista ciudadano, este proceso ha podido parecer "largo y cansino" pero, en su opinión, era necesario un "debate a fondo" para conseguir un Estatuto que fuera la "guía del autogobierno para toda una generación". "Todavía nos queda un último esfuerzo: un gran pacto nacional nunca es fácil. Pero ahora es posible. Es posible si hacemos las cosas bien", agregó el presidente catalán.

Maragall apeló a la "autoridad moral e institucional" de Cataluña, "forjada por la voluntad constructiva y capacidad de diálogo" para convencer "afuera" sobre la necesidad de conseguir este Estatuto. Con él, añadió, Cataluña podrá mejorar su autogobierno y financiación "sin dejar de ser solidarios" y abrir así "una nueva etapa fraternal y también más genuina con los pueblos de España".

El presidente hizo un llamamiento para llevar a cabo una "afirmación colectiva" de los catalanes que consiste, según él, en mejorar día a día "la calidad de vida y la libertad individual". En esta tarea, prometió, también participará el Gobierno catalán emprendiendo una reforma social que, "pasada la aprobación del Estatuto, se visualizará claramente".

En su discurso institucional, Pasqual Maragall también tuvo un recuerdo para los hechos "dramáticos" del 11 de septiembre de Chile -golpe de Estado contra el presidente constitucional Salvador Allende- y de Nueva York -atentados contra las Torres Gemelas-. "Los tres [en referencia también al 11 de septiembre catalán] son símbolos de derrotas en manos del centralismo, el golpismo y el terror".

Finalmente, hizo un llamamiento a la ciudadanía para que participe masivamente en los actos de la Diada, en especial en el que se celebrará, por segundo año consecutivo, en el Parque de la Ciudadela, "muestra de la riqueza y diversidad de nuestro país". A este acto no acudirá el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, después de que en la convocatoria pública por parte de la consejera de Interior, Montserrat Tura, se lamentara que durante los Gobiernos de CiU la Diada no mereciera "la dignidad institucional que se considera adecuada". Tura volvió ayer a pedir a Pujol que reconsidere su actitud, a lo que se negó el ex presidente.

En declaraciones a Radio Barcelona el presidente del Parlamento catalán, el republicano Ernest Benach, afirmó que la aprobación del Estatuto significará un paso en el camino hacia la "libertad, hacia la normalidad de nuestra nación, como una más de las que conviven en el mundo".