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El alcalde de Carboneras defiende la legalidad del polémico hotel por ser "suelo urbano"

El edil socialista reconoce que la constructora se benefició de exenciones fiscales

El alcalde de Carboneras, el socialista Cristóbal Fernández, salió ayer al paso de las acusaciones del PP, ecologistas y las Administraciones central y autonómica gobernadas por el PSOE en relación con la construcción de un hotel de 21 plantas en la playa de El Algarrobico, en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Fernández asegura que el hotel se construye en suelo urbano, calificación que permite edificaciones desde 20 metros de distancia al mar. También reconoce que ha podido errar "en el concepto", pero dice que su equipo de gobierno está "con la verdad".

Con estas declaraciones, el alcalde defiende la legalidad de la construcción, pese a que el delegado de Obras Públicas, Luis Caparrós, anunció días atrás que parte del hotel (la zona correspondiente a piscinas y restaurante) está construida en dominio público. "El sector R5 es suelo urbano. Y el suelo urbano permite construir a partir de 20 metros de distancia al mar. El hotel está a 50 y además está dentro del plan parcial. Es suelo urbano, más claro el agua", dijo ayer Fernández.

El alcalde también quiso salir al paso de las críticas realizadas esta semana por dirigentes del PP de Carboneras, que aseguran que la licencia de obras es ilegal porque invade la zona de servidumbre de protección de 100 metros marcada por la ley de Costas. El alcalde se aferra a las normas subsidiarias del Ayuntamiento de Carboneras, que marcan una distancia de 100 metros hasta el mar en suelos urbanizables y 20 metros en suelos urbanos. Así, justificó las 250 viviendas que también están proyectadas en el sector de El Algarrobico. "¿Somos nosotros los culpables del desastre del Mediterráneo en Almería? Estamos con la verdad, otra cosa es que nos hayamos equivocado en el concepto como expresó la consejera de Medio Ambiente", explicó.

También arremetió contra el presidente provincial del PP, Gabriel Amat, quien como miembro de la comisión provincial de urbanismo tuvo ocasión de oponerse al proyecto. "Amat apoyó con su voto la construcción del hotel. Lleva tres años construyéndose, ¿por qué no ha tenido una alegación hasta ahora?", inquirió.

El alcalde reconoció las exenciones de hasta un 99% del tributo correspondiente a la licencia de obra para el hotel en construcción, así como para "más empresas" que se valieron del programa Carboneras Viva, que pretendía impulsar económicamente la zona. El portavoz del PP en Carboneras, Antonio Hermosilla, exigió explicaciones al alcalde sobre la exención fiscal que impidió embolsar en las arcas municipales "varios cientos de millones de pesetas" y el hecho de que no se negociara contraprestación alguna con la empresa constructora del hotel por la bonificación.

Fernández confesó desconocer la cantidad exacta que la empresa Azata dejó de ingresar en el Consistorio si bien remarcó que la contraprestación recibida no es otra que la construcción "en sí misma" del hotel: "En Carboneras no teníamos futuro. No sé cuántos millones se dejaron de ingresar porque no hicimos ese cálculo. Para qué, si estaba la exención ya hecha".

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