Robinho, al rescate
La baja de Zidane sitúa al brasileño como titular del Madrid ante el Celta
Tiene 21 años y todos los responsables del Madrid coinciden en que debe madurar al amparo del gran club que lo ha fichado. Pero a Robson de Souza, Robinho, los hechos le señalan otro destino. Esta noche debutará en el Bernabéu, contra el Celta. No lo hará como un joven que viene a reforzar a un equipo de fenómenos consagrados. Lo hará como lo hace un pequeño salvador. Esa es la percepción del público -que hoy llenará el estadio- y de parte de sus compañeros, que cada vez que miran a su alrededor ven algo parecido a un jardín de estatuas. Desde hace un año el juego del Madrid se ha esclerotizado. Cada vez se tiran menos desmarques, cada vez se pasa peor, cada vez se producen menos jugadas desequilibrantes. En los últimos partidos la pelota ha sido del rival.
Dijo esta semana el entrenador madridista, Vanderlei Luxemburgo, que el secreto de su equipo es el "cuadrado mágico" y que el secreto del cuadrado se hallaba en sus "ángulos mágicos". Hasta ahora el único misterio de este Madrid parece revelado. Se llama Robinho y sin él esta noche todo apunta a que no habría más magia que la que hubo el día del Trofeo Bernabéu frente al inédito MLS norteamericano.
Los jugadores son un gremio de moral individualista. Pero saben que la salvación individual depende de una empresa colectiva. En Cádiz, en la primera jornada de Liga, Baptista y Gravesen hicieron lo que habrían hecho la mayoría. Abrumados por la impotencia, cuando en el descanso vieron que Robinho iba a entrar al campo, le cogieron y sólo les faltó rezarle una plegaria. "¡Tú!, vete para arriba que nosotros corremos por ti", solicitaron. Y Robinho salvó el partido.
Sus compañeros le reclaman.Pero Luxemburgo, que ve los partidos desde la banda, no está contento con el protagonismo que se le está concediendo al recién llegado. "No me gusta", dijo ayer el técnico; "Robinho es un joven que está debutando en Europa y se le está cargando con demasiada responsabilidad. Hay que ir poco a poco. Parece que sin Robinho el Madrid no es nada. ¿Y los otros? El Madrid no es Robinho. El Madrid tiene grandes jugadores".
Por primera vez desde que llegó al club, en enero, Luxemburgo se ha encontrado con un personaje que le hace sombra. Hombre celoso de su territorio, vanidoso, líder por vocación natural, al entrenador no le agrada el ruido que advierte en torno al equipo desde hace unos días. Ha intentado quitar hierro a la presencia de Robinho frente al Celta. Pero lo cierto es que, comprobada la lesión de Zidane durante un partido con Francia, se le hace difícil prescindir de él.
Con Guti en la mazmorra -por motivos menos científicos que pasionales- y Zidane para tres semanas de baja, a Luxemburgo no le queda más remedio que atenerse a los hechos. Robinho, un futbolista que no gozó de especial afecto por parte de ciertos técnicos del club a la hora de contratarle, se ha convertido en la bandera del nuevo Madrid. El presidente, Florentino Pérez, se siente cada día más dichoso de haberle fichado por 25 millones de euros. Y, como la mayoría de la plantilla, prefiere verle en el terreno de juego antes que en el banquillo de suplentes.
"Hoy [por ayer] los jugadores que regresaron de sus compromisos con sus selecciones han estado un poco cansados durante el entrenamiento", explicó Luxemburgo; "pero pienso que Robinho va a jugar contra el Celta de entrada. Como titular. Es versátil y lo podemos usar en distintas posiciones".
El técnico no dio más detalles sobre la alineación que recibirá al Celta. Tras el accidentado partido del Ramón de Carranza se han planteado ciertos ajustes. En todo caso, Ronaldo jugará. El delantero regresó de Brasil con problemas musculares y ayer se sometió a una prueba que superó con éxito. Ahora queda por resolver la formación del ataque -Robinho y Raúl- a su espalda. En el entrenamiento de ayer, a puerta cerrada, Luxemburgo estuvo ensayando los movimientos tácticos.
Titulares habituales aparte, el resto de la convocatoria madridista la compondrán Diego López, Raúl Bravo, Diogo, Mejía, Woodgate, Sergio Ramos, Pablo García y Guti.
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