Yúshenko destituye al Gobierno ucranio en pleno por acusaciones de corrupción

Víktor Yúshenko, presidente de Ucrania, destituyó ayer al Gobierno en pleno como consecuencia de una crisis política -la más grave que viven los triunfadores de la revolución naranja- desatada por acusaciones de corrupción. A la dimisión del secretario de Estado, Alexandr Zínchenko, el fin de semana pasado, le siguió hoy la del viceprimer ministro Nikolái Tomenko. Zínchenko, que fue jefe de la campaña presidencial de Yúshenko en el otoño de 2004, había acusado directamente a tres altos funcionarios cercanos al líder ucranio de corruptos.

Además de destituir al Gabinete que encabezaba la carismática Yulia Timoshenko, Yúshenko se liberó de sus allegados Piotr Poroshenko, secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, y de su ayudante principal, Alexandr Tretiakov. A este último lo suspendió de su cargo mientras se investigan las acusaciones hechas por Zínchenko.

"He comprendido que unos roban, pero que son otros los que dimiten. No quiero compartir la responsabilidad con quienes han creado el actual sistema de corrupción", declaró ayer por la mañana Tomenko en la rueda de prensa en la que explicó que había renunciado a su cargo porque se solidarizaba con las revelaciones hechas por Zínchenko. Poroshenko optó por dimitir también, oficialmente para que después no se le acusara de utilizar su puesto con el fin de obstaculizar las investigaciones.

Pero estas dimisiones resultaron ser sólo el comienzo del terremoto político que se avecinaba. Dos horas más tarde, Yúshenko decidía cortar por lo sano y destituir al Gobierno, sin esperar a que se desmoronara por sí solo. Tres días de consultas mantenidas con los que hicieron posible el triunfo de la revolución naranja mostró a Yúshenko que era incapaz de mantener la unidad de su equipo.

"En los últimos meses he tenido que limar constantemente asperezas entre el Gabinete de Ministros y el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa, entre éste y la secretaría de Estado", explicó Yúshenko. El nivel de confianza entre los miembros del equipo que estaba en el poder es de cero, señaló el presidente, que ha cumplido ocho meses en el cargo.

El líder ucranio eligió a Yuri Yejanúrov para suceder a la destituida Timoshenko. El flamante primer ministro en funciones, que desempeñaba el cargo como gobernador de la provincia industrial de Dniepropietrovsk, se reunió ayer por la tarde con los ministros del antiguo gabinete, que seguirán cumpliendo sus funciones hasta que se nombre al nuevo Gobierno. Yejanúrov fue vicejefe primero del Gabinete de Yúshenko en 2000-2001 y después fue diputado. "Mi tarea por ahora es garantizar el buen funcionamiento del Gobierno para que haya estabilidad en el país", declaró Yejanúrov.

Yúshenko nombró ayer a Ígor Drizhchani jefe del Servicio de Seguridad, después de que el titular, Alexandr Turchínov, dimitiera por considerar que "la decisión de cesar al Gobierno representa, en las actuales circunstancias, una amenaza para la seguridad nacional de Ucrania". Turchínov había ordenado crear un grupo para investigar las acusaciones de corrupción contra los altos funcionarios del Estado.

Elecciones en 2006

La destitución del Gobierno habría sido provocada por Timoshenko, que ya se prepara para las próximas elecciones parlamentarias, que deben celebrarse en marzo de 2006. Esos comicios son sumamente importantes, ya que, de acuerdo con la reforma política aprobada durante la revolución naranja, a partir del próximo año el primer ministro será nombrado por el Legislativo y no por el presidente. Además, tendrá muchos más poderes. Timoshenko goza de gran popularidad en Ucrania y su partido, Batkivshchina (Patria), puede ganar y así volver triunfante a encabezar el Gobierno. Algunos políticos que antes fueron elegidos diputados por el partido Nuestra Ucrania de Yúshenko ya han anunciado que se presentarán en la lista de Timoshenko.

El jefe del Parlamento, Vladímir Litvín, decidió regresar ayer mismo de Nueva York, donde se encontraba, pero opinó que no cree necesario convocar una sesión extraordinaria de la Cámara como piden algunos diputados.