El Gobierno apoyará el Estatuto catalán si se aceptan las objeciones del Consultivo

El Gobierno central considera el dictamen del Consejo Consultivo de la Generalitat de Cataluña -que ha encontrado motivos de inconstitucionalidad en 19 artículos de la propuesta de reforma del Estatuto- como una "buena base" para que los partidos catalanes lleguen a un acuerdo del que surja el "buen Estatuto" que espera. Así se expresó ayer el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, que apeló a las formaciones catalanas, especialmente a CiU y ERC, más reacias al dictamen del Consejo Consultivo, para que estén "a la altura de las circunstancias".

Sevilla recordó a los partidos que fueron ellos los que pidieron voluntariamente el dictamen de dicho órgano. El ministro de Administraciones Públicas valoró que el dictamen del Consejo Consultivo "mejora sustancialmente el texto" y pidió al Gobierno tripartito que "tenga en cuenta sus recomendaciones". Se dirigió a los partidos catalanes para que "antepongan los intereses de Cataluña por encima de los partidistas, en este momento decisivo".

La buena acogida del dictamen en el Gobierno tuvo su correlato en el PSOE. Su secretario de Política Autonómica, Alfonso Perales, vaticinó ayer que "habrá una aproximación y un acuerdo con el calendario y el procedimiento establecido en Cataluña". Insistió en que el rechazo del dictamen del Consultivo por los partidos catalanes sería un "suicidio político".

Ejecutivo y PSOE evitaron hacer valoraciones más precisas del dictamen del Consejo Consultivo. No obstante, ese informe recoge entre los elementos de inconstitucionalidad muchas de las alegaciones que el Gobierno y el PSOE habían expresado en declaraciones públicas a los borradores conocidos. Así, el dictamen declara inconstitucionales, entre otras alegaciones del Ejecutivo, la apelación a los derechos históricos para reclamar nuevas competencias y blindarlas; la modificación de seis leyes, cuatro de ellas orgánicas; la consideración de competencias exclusivas a competencias compartidas.

Reunión de Maragall y Mas

En concordancia con esta posición, los socialistas catalanes decidieron ayer elaborar enmiendas "para trasladar literalmente el dictamen del Consultivo" a los correspondientes artículos del proyecto, según anunció su portavoz, Miquel Iceta.

Las formaciones catalanas están a la espera de que la ronda de entrevistas que hoy inicia el presidente Pasqual Maragall con los cinco jefes de fila de los grupos parlamentarios abra un nuevo escenario para los acuerdos. La principal dificultad estriba en hallar un punto de encuentro entre el PSC y CiU sobre el título relativo a la financiación de la Generalitat, en el que los convergentes siguen rechazando la posición del tripartito. Para los derechos históricos, el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, apuntó la posibilidad de incluir una disposición como la que figura en el Estatuto de Aragón.

Los republicanos se declaran dispuestos a "moverse" incluso en la controvertida apelación a los derechos históricos. Su portavoz, Joan Ridao, rechazó el "derrotismo" de quienes han interpretado el dictamen del Consultivo como una desautorización del proyecto de reforma y se declaró "optimista" sobre las posibilidades de acuerdo en las negociaciones entre los grupos.