Guiños y pancartas

Muchas veces no somos conscientes del significado de los pequeños detalles. A veces recibes un guiño y dudas. Dudas de si lo has visto o de si iba dirigido a ti. Y por si fuera poco y de eso no dudas, pesaría aún una duda mayor: si sabrás interpretar el significado de este gesto.

Ayer yo recibí un guiño, más bien dos y aún ahora, varias horas después tengo mis dudas que quién me lo ha hecho, por qué y qué es lo que pretende que yo haga. Aunque bueno, quizá la historia sea menos maquiavélica de lo que yo pienso y al final sea toda fruto de una casualidad.

Resulta que iba yo en cabeza del pelotón en el recorrido neutralizado de la etapa (me tocaba tratar de poner orden en la salida) cuando al atravesar uno de los pueblos de Andorra pasamos por debajo de una pancarta que decía: Día internacional del turista 27 de septiembre. Qué casualidad, el día de mi cumpleaños, he pensado en primera instancia, pero luego ha empezado a darle alguna vuelta más.

A ver, aquí en la Vuelta hay uno que cada vez que me ve me saluda diciendo algo así como "¡Qué pasa turista!". Yo no digo nada, a mi me gusta viajar, pero no me considero un turista, que son cosas bien diferentes. Es más, en mis viajes huyo precisamente del turisteo. Pero como sé que me lo dice en plan simpático no me altero, porque en realidad lo que me quiere decir es algo así como "anda, qué bien vives". Y sí, razón no les falta pues trato de vivir lo mejor posible, eso sin duda.

En esas estaba cuando he vuelto a pasar por otra pancarta idéntica y enseguida nos hemos plantado en el kilómetro cero. Seguía dándole vueltas mientras han empezado los primeros ataques... turista, turista. Pues va a ser que hoy no, me he dicho. Así que me he metido en la primera fuga en respuesta a la pancarta, aunque ahora aún estoy dudando y quizá toda sean imaginaciones mías.