Amaral sigue su recorrido estelar por las fiestas del verano

Otra semana más, las fiestas concentran las actuaciones más destacadas. Amaral siguen siendo la estrella, y si hace tres noches arrasaron en las de Pozuelo, intentarán volverlo a hacer el viernes próximo en Valdemoro. A Víctor y Ana se les puede ver también ahí y en Rivas, donde además se produce otro reencuentro con Los Ronaldos. Collado Villalba celebra su ya tradicional festival de música celta, con figuras tan relevantes como Kepa Junkera o Wolfstone.

- Las más canallas. No todo es complacencia ni cantantes de moda en las fiestas de los pueblos madrileños, hay quien se atreve a proponer a algún artista iconoclasta no se sabe con qué intención. En Alcorcón, por ejemplo, que cuentan con artistas tan previsibles y seguros como Miguel Bosé y Hombres G, se desmarcan con una noche de heavy estruendoso y con otra de fusiones flamencas, varias de reivindicación mestiza. En una, los cabezas de cartel son los legendarios Barón Rojo, a los que acompañan Saratoga y Lujuria. En la otra estarán Elbicho, Albertucho y Los Delinqüentes, ese grupo de Jerez que hereda lo mejor de Kiko Veneno y Pata Negra y que ya se ha consagrado con su tercer disco, El verde rebelde vuelve.

También son atrevidos en Meco, con unos Celtas Cortos y Dover que no viven sus mejores momentos, a pesar de su probada calidad; o en Rivas, que, aunque en su programación se cuente con Víctor y Ana, hay una noche con la música marciana de Mastretta, el ímpetu combativo de los mexicanos Molotov y con Los Ronaldos, el grupo madrileño que se ha reagrupado para una pequeña gira ocasional.

- Sobre seguro. Amaral es la apuesta más clara a la que se apuntan las fiestas de los pueblos. Ahí tiene su lógica: es un grupo que atrae por igual a rockeros de pedigrí como a jóvenes que viven sus primeros conciertos. Gusta a niños, padres y abuelos, y sus letras no son banales ni de usar y tirar. Pájaros en la cabeza es su último disco, y el que les ha colocado definitivamente en el Olimpo de los pocos grupos españoles que trascienden a su época y a su tiempo. El viernes pasado dejaron atónitos a los 7.000 espectadores que les vieron en el Torreón de Pozuelo. Eva, la cantante, es un ciclón: lleva desde primeros de junio a más de cuatro conciertos por semana y parece como si la gira acabara de empezar. Juan, su compañero artístico, la secunda con esos exquisitos toques de guitarra. Se nota que ambos, junto al grupo que les acompaña, colegas desde hace muchos años, se lo pasan en grande, y eso hace que transmitan tanta alegría. Ahora actúan en Valdemoro, pero hasta finales de octubre todavía habrá más ocasiones de verles por otros pueblos de la periferia madrileña.

Proponer a Antonio Orozco en Parla, a Miguel Bosé también en Parla y Alcorcón, a Carlos Baute y a Chambao en Pozuelo, a Fran Perea y a Marta Sánchez en Valdemoro, a Hombres G en Alcorcón o a Víctor y Ana en Rivas y Valdemoro es una forma de apostar sobre seguro para las fiestas de los ayuntamientos que no quieren correr grandes riesgos.

- Rockeros de ciudad. Madrid, por su parte, empieza a recuperarse de un verano de sequía, y la primera actuación internacional destacada viene de la mano del californiano Steve Wynn, un artista que guarda una especial complicidad con el público español. Cuando en los primeros años ochenta se hablaba del nuevo rock americano como un concepto, destacaba el grupo Dream Syndicate, del que salió Steve Wynn. Actuaron entonces en el añorado programa televisivo de Paloma Chamorro, La edad de oro, y él siempre lo recuerda como una de las actuaciones más impactantes de su vida. Ha colaborado con los asturianos Australian Blonde y siempre dice sentirse casi como un rockero español. Con su grupo, The Miracle 3, viene a El Sol para presentar su reciente disco ...tick ...tick ...tick, donde su apuesta por el rock sigue resultado emocionante y creíble.

A la española, Santi Campos vendría a ser el Steve Wynn de aquí con todas las precauciones precisas. Actúa en Siroco, como Guitar Mafia. Por su parte, además de la de Steve Wynn, en El Sol puede verse estos días a Martin Rev y a CocoRosie.

- Colorido del mundo. La música de raíz se aprecia esta semana desde Brasil y desde los sonidos celtas. Reginaldo Lima y Gladston Galliza son dos músicos brasileños que viven en Madrid y que se han forjado entre los andenes del metro y los pequeños locales de música en directo. Gladston ya tiene disco, lo edita 18 Chulos, la discográfica fundada por un grupo de socios tan irreverentes como Wyoming, Carbonell, Krahe y Pepín Tre. Reginaldo aún no, pero ambos actúan hoy en La Casa de Brasil, que inicia un ciclo muy apetecible que traerá cada lunes a Madrid lo mejor de la música de allí.

Por la parte celta, todo se concentra en Collado Villalba, de nuevo inmerso en su anual Vía Celta. Los escoceses Wolfstone y el vasco Kepa Junkera se antojan como lo más destacado del cartel, aunque no es nada desdeñable contar también con los gallegos Berrogüetto o los dublineses Kila.