Quince muertos en el incendio intencionado de una vivienda en París

Al menos 15 personas, tres de ellas menores de edad, resultaron muertas en la noche del sábado al domingo en la localidad de L'Hay-les-Roses, al este de París, a consecuencia de un incendio en un edificio de 18 pisos que, según varios testigos, fue provocado. Es el tercer fuego en la capital francesa y en sus alrededores en 10 días. En este último caso, a diferencia de uno de los anteriores, la finca siniestrada no era utilizada como albergue de inmigrantes.

Según el testimonio de varios vecinos, la causa del fuego hay que relacionarla con la presencia de tres muchachas jóvenes en el vestíbulo del inmueble, un edificio de 18 plantas que se encontraba en buen estado de conservación y estaba destinado a vivienda social. Es decir, un caso en nada parecido al de las antiguas construcciones en condiciones de semirruina que fueron protagonistas de los dos incendios anteriores. Aunque entre los fallecidos hay cinco haitianos, todos tenían pasaporte francés.

El alcalde de L'Hay-les-Roses, Patrick Sève, explicó ayer ante las cámaras que "más de una persona vio cómo las chicas prendían fuego a los buzones de correo". Y lo que hubiera debido ser una gamberrada se transformó en una tragedia y en acto criminal.

"Es el humo lo que ha matado a los inquilinos", ha declarado el capitán de los bomberos, Michel Cros, presente en el lugar del siniestro. Para él ha sido "la psicosis provocada por lo ocurrido estos días lo que ha hecho que se dejasen abiertas las puertas de los apartamentos, proporcionando así una inyección de oxígeno que ha reavivado las llamas". Los bomberos acudieron a L'Hay-les-Roses poco después de la una de la noche y antes de las tres de la madrugada lograron extinguir el fuego. En su progresión por la escalera del edificio, los servicios de rescate fueron encontrando los cuerpos de las personas que, pretendiendo escapar a las llamas, fallecieron asfixiadas por el humo acumulado en la parte alta de la caja de la escalera.

Tres jóvenes de entre 16 y 18 años de edad estaban siendo interrogadas anoche en la comisaría central de París. Primero como posibles testigos de lo ocurrido, aunque no se descarta que puedan ser posteriormente acusadas del delito. Las muchachas, que habían sido vistas por los vecinos junto a los buzones de correo, habitaban en el inmueble siniestrado. Los agentes han registrado sus domicilios en busca de pistas que permitan relacionarlas con los restos hallados en la entrada del edificio.

Objetivo: inmigrantes

El 26 de agosto, en París, cerca del Sena, ardió, probablemente debido a una voluntad criminal, un inmueble en el que vivían, en situación precaria y provisional, varias decenas de emigrantes subsaharianos, lo que causó la muerte de 17 personas, entre ellas 14 niños. Cuatro días más tarde, en el barrio del Marais, en un bloque sin agua corriente y ocupado por ilegales de Costa de Marfil, las llamas acabaron con siete de los infortunados inquilinos.

El sábado por la tarde, más de 10.000 personas desfilaron por el centro de París pidiendo un alojamiento digno para los inmigrantes y el fin de su expulsión de sus alojamientos provisionales e ilegales. Y la noche del sábado al domingo, sin que se sepa aún si se trata de un gesto de venganza, de estupidez mimética o de cualquier otro signo, L'Hay-les-Roses se sumaba a la trágica lista de incendios.

El ministro de Vivienda y Cohesión Social, Jean Louis Borloo, acudió ayer a primera hora de la mañana al lugar del drama. Lo hizo de forma muy discreta, para evitarse la bronca con que se le acogió en París hace 10 días, cuando los supervivientes le acusaron de "preocuparse de ellos sólo cuando es demasiado tarde".