Dos últimos minutos de locura
España, que perdía por 2-1 frente a Holanda, marca tres goles en 120 segundos y conquista el segundo Europeo de su historia
A media tarde de ayer, mientras Maurits Hendricks, el seleccionador, se relajaba en la sauna y se daba baños fríos y calientes en los pies "para volver a este mundo", los jugadores de la selección española de hochey hierba daban rienda suelta a la euforia, cantando, gritando, yendo y viniendo, dueños del pasillo de la planta 11 del hotel que estos días los ha acogido en Leipzig. "Espero que no nos echen del hotel", decía a este diario desde Alemania, medio serio medio en broma, Pablo Negre, el jefe del equipo que tan sólo cinco horas antes se había proclamado campeón de Europa tras derrotar a Holanda (4-2), en un encuentro vibrante, con un minuto final fantástico de Pol Amat. Dos goles en 60 segundos del jugador del RC Polo permitieron a España sacarse, por fin, el "complejo de finalista" adquirido durante años -en el pasado Europeo, celebrado en Barcelona, la selección perdió el oro, en los penaltis, ante Alemania- y proclarmase, por segunda vez en su historia -la primera fue en 1974-, campeona de Europa. Pol Amat y Kiko Fábregas son hijos de dos jugadores de aquélla selección.
"Han sido los dos minutos más locos de mi vida deportiva", dijo después Hendricks, ya relajado, en alusión a los dos minutos finales del partido. "Con el 2-1 en contra, confíaba en que podríamos empatar y llevar el partido a la prórroga, pero nunca pensé que pudiéramos remontar de esa manera", añadió el seleccionador. En esos dos minutos, la delantera de España, "una de las mejores del mundo", según el seleccionador, logró lo impensable: con un gol de Santi Freixa empató el encuentro (2-2) y con otros dos tantos más de Pol Amat, logrados en un minuto, alcanzó el oro que se le resistía desde hacía 31 años, frente al único rival que había sido capaz de superarla (2-1) en la primera fase del torneo.
"A mí nunca me va mal perder el primer partido contra un mismo rival: se aprende mucho más", explicó Hendricks. Y más si se trata de Holanda, el equipo de su país, con el que el actual seleccionador español llegó a proclamarse bicampeón olímpico y campeón del mundo. "Merecíamos ser campeones por todo el torneo que hemos hecho, porque hemos ganado a dos grandes como Holanda y Alemania, y porque hemos pasado muchos momentos dolorosos que nos han dado la experiencia y la energía que hemos sacado hoy [por ayer]", apuntó Hendricks. La noche anterior, tras superar en semifinales a Alemania -también verdugo de España en los Juegos de Atenas, en los que la apartó del bronce-, Hendricks les había dicho a sus jugadores: "Mañana seremos campeones de Europa. Éste es el momento. Ya estáis maduros". La frase se le quedó grabada a Santi Freixa, mejor delantero del mundo sub 23 y considerado ayer el mejor jugador del torneo.
"Recordaré siempre esta frase", dijo Santi Freixa, Gugu para los amigos. "La piel se me puso de gallina al oír el comentario del míster. Y nos sorprendió aún más cuando terminó diciéndonos que saliéramos al campo a disfrutar y poniendo el corazón en el juego".
"Estaba convencido de que ganaríamos por el trabajo hecho, por las finales que hemos perdido y por los momentos dolorosos que hemos superado", explicó Hendricks, que en la final, como le recomendó su novia, lució una corbata más atrevida de lo normal: roja, amarilla y blanca.
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