La Bolsa teme quedarse sin gasolina
El encarecimiento de la energía y su efecto sobre los resultados empresariales ponen en alerta a inversores y analistas sobre el comportamiento de la renta variable en el último tercio de 2005
El piloto sobre la entrada en reserva de la gasolina disponible se ha encendido en el cuadro de mandos de la Bolsa. Inversores y analistas, a la vista del imparable crecimiento de los precios de la energía, han rebajado su optimismo y temen tropiezos en el final de trayecto, en la recta final del que hasta hoy puede calificarse como un buen ejercicio bursátil.
La subida del precio del petróleo y las consecuencias -aún por determinar- que tendrá el huracán Katrina sobre la producción y refino en EE UU han llevado a los expertos a recomendar al inversor que se refugie en empresas sólidas, con buena generación de flujos de caja, y que se aleje de los valores más pequeños y especulativos. Los mercados empiezan a anticipar un cambio en la percepción del riesgo por parte de los inversores.
Al tiempo, muchos analistas coinciden en señalar que la sequía de salidas a Bolsa que ha caracterizado lo que va de año se mantendrá, previsiblemente, en los últimos cuatro meses del ejercicio. En el horizonte, la única operación que podría animar el parqué es la anunciada OPV de Bolsas y Mercados Españoles (BME), sociedad que agrupa los mercados de valores españoles, aunque algunos analistas no descarten que se retrase hasta 2006.
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