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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Aeropuerto y ruidos

Ha pasado ya más de un mes y, salvo las estrambóticas, y partidistas declaraciones de Ana Botella, no he leído ni oído prácticamente ningún análisis constructivamente crítico sobre las causas por las cuales perdimos los Juegos Olímpicos.

Si en 2016 o 2020 deseamos volver con posibilidades de éxito a ser candidatos, deberíamos analizar y corregir nuestros puntos débiles. Estamos en condiciones, de poder afirmar que una de las causas que más negativamente ha influido en el COI es el escandaloso ruido de Madrid.

Madrid es una de las capitales del mundo más extremadamente ruidosa, pues sobrepasa de día y de noche cualquier normativa sobre contaminación acústica.

Un ejemplo donde se reflejan todos los perniciosos efectos negativos del ruido es en el aeropuerto de Barajas. Lo que Gallardón defendía como panacea y ventaja -es decir, la proximidad entre la villa olímpica y el aeropuerto- ha sido considerado por el COI como negativo y contrario a la tranquilidad de los atletas.

Una ciudad que se dice moderna y que aspira a un escaparate tan importante como son unos Juegos no puede tener un aeropuerto urbano que opere 24 horas al día y que impida el sueño reparador de miles y miles de madrileños.

Las ciudades modernas de nuestro entorno ya tienen aeropuertos fuera de los cascos urbanos o bien paralizan su actividad entre las once de la noche y las siete de la mañana.

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Es impensable que pueda triunfar una candidatura de una ciudad en la que, a consecuencia de las ampliaciones de Barajas, se mantienen aviones en funcionamiento a menos de 125 metros de las viviendas habitadas. Esto ocurre hoy en el dique sur y con los vecinos de la urbanización Embajada.- Julián Moreno. Madrid.

Soy uno de los afectados por las nuevas rutas de despegue del aeropuerto (urbanización Ciudalcampo); en mi caso, por partida doble, tanto por la ruta norte como por la del oeste. Desde el día 7 de julio hemos pasado de tener una muy buena calidad de vida a vivir en un infierno, ante la indiferencia de AENA y la Comunidad, y lo que es peor, de nuestro alcalde en San Sebastián de los Reyes, que aparentemente votó a favor del cambio de rutas, no importándole, por lo que parece, el perjuicio que ha causado a los vecinos de tres de sus urbanizaciones. Para que se hagan una idea, es como vivir ahora con un camión de basura continuamente compactando debajo de la ventana.

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