'Wilby wonderful' muestra los claroscuros de la vida sencilla
MacIvor regresa con una historia coral sobre conflictos personales
Si puedes recordar de dónde vienes puedes recordar lo que anhelabas", comenta uno de los habitantes de Wilby, un pequeño pueblo de una isla. El director canadiense Daniel MacIvor coloca la cámara detrás de una pintoresca ciudad costera, con sus enormes casas victorianas y la atmósfera melancólica de un océano azul, para recoger la vida, en 24 horas, de sus habitantes y la manera en que se enfrentan a sus problemas. Wilby wonderful, que se estrena hoy en España, gira en torno a los reincidentes intentos frustrados del dueño de un videoclub de la localidad de poner fin a su vida.
La película aborda los temas de la homosexualidad, la corrupción del poder político, el despertar a la vida sexual en la adolescencia, la soledad y el avance de la sociedad: "Los desmanes tecnológicos del mundo desarrollado, frente a otro más humano, es lo que para mí está matando a la sociedad", denuncia el director, quien aclara que escribió el guión pensando en la personalidad de los actores. "Pero también las historias tienen mucho de mis vivencias, de mi experiencia personal", añade.
La película arranca con el intento de suicidio de Dan tirándose desde un puente, mientras un disléxico pintor de pancartas trata de disuadirlo sin mucha convicción. Se trata de la segunda película del cineasta y actor, que se inició en la dirección con Past perfect, filme en el que la historia se centra en dos personajes, mientras que Wilby wonderful es una película coral en donde coinciden en el reparto estelar Rebecca Jenkis, que interpreta el personaje de Sandra Anderson, una mujer que acaba de volver a su pueblo natal en busca de una vida más sencilla para sí misma y para su hija adolescente (Ellen Page); Callum Keith Rennie, en el papel de Duck MacDonald, encarna al outsider y manitas del lugar; Paul Gross interpreta al policía Buddy French, educado para pensar que la gente importa, mientras que su mujer (Sandra Oh en la piel de Carol French) es una agente inmobiliaria calculadora, que busca pertenecer a la alta clase social; James Allodi es Dan, homosexual y suicida frustrado; y Maury Chaykin interpreta al alcalde Brent Fisher, un político que quiere asegurar su bienestar económico antes de retirarse.
MacIvor defiende que no se trata de un argumento sobre la homosexualidad, a pesar de que la trama aborda el tema desde las historias de dos de los personajes. La cinta se presentó con buena acogida en el Festival de Cine de Gay y Lésbico de Miami. "No es un filme gay sino que parte del argumento cuenta una historia de amor, y da la casualidad que ocurre entre dos hombres", aclara.
El filme se rodó en cuatro semanas con un presupuesto que ronda los dos millones de euros. El equipo convirtió en lugar de residencia el plató: una base naval construida en el Centro de Cinematografía de Shelburne (Nova Scotia, Canada).
Babelia
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