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Mário Soares se presenta por tercera vez a la presidencia de Portugal

A sus 80 años, el ex presidente vuelve a la política en busca de la "cohesión nacional"

Mário Soares, ex primer ministro y ex presidente de la República de Portugal, anunció ayer que vuelve a ser candidato a ocupar el cargo de jefe de Estado en las elecciones presidenciales del próximo enero. El líder histórico del socialismo portugués, de 80 años, justificó este regreso a la política con la necesidad de unir a los portugueses y recuperar la confianza colectiva del país en sus capacidades para superar la crisis económica, financiera y social de los últimos años. Soares fue cuatro veces primer ministro y ocupó el cargo de presidente entre 1986 y 1996.

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Un político de consenso nacional

En un acto multitudinario, que contó con la presencia de casi todos los ministros del actual gobierno portugués, encabezado por el socialista José Sócrates, el senador explicó que responde "a una llamada" de muchas personalidades de "diferentes sectores sociales y políticos" y, también, "del Partido Socialista", que fundó en 1973. El pasado 23 de julio, el primer ministro, en declaraciones a la prensa, lanzaba el desafío a Soares. Sócrates, que hasta entonces vislumbraba un candidato de la izquierda con capacidad para cautivar a la mayoría de los portugueses, afirmó, en su papel de secretario general del partido, que al PS le gustaría apoyar a Soares, en una hipotética tercera candidatura al cargo máximo del Estado. Tan sólo pocas horas después, el ex presidente enviaba un comunicado a los medios de comunicación donde informaba que "planteaba" presentar una candidatura a las presidenciales de enero.

Pero la decisión del ex presidente ya ha provocado divisiones en el seno del partido. El poeta Manuel Alegre, socialista y amigo íntimo de Soares, había manifestado públicamente su disponibilidad para ser el candidato del PS, tras recibir señales positivas por parte del partido y de algunos miembros del Gobierno. Pero, aparentemente, no ha sido informado, ni por Soares, ni por el PS, de que se preparaba el regreso del antiguo jefe de estado. En la noche del martes, Alegre, en una cena con otros militantes socialistas, dejó claro su despecho y afirmó no estar de acuerdo con "el proceso y la solución" encontrada por el partido.

"No seré un candidato del Partido Socialista, sino un candidato nacional con el apoyo del Partido Socialista", destacó ayer Soares. "Si soy elegido, como espero, seré, como fui en el pasado, el presidente de todos los portugueses", añadió. En su declaración, Soares insistió en ese punto: la unión del país alrededor de su candidatura.

Soares dedicó el último mes a la reflexión. Consultó a "mucha gente" y se dio cuenta "del estado de animo de los portugueses, que refleja la crisis económica y financiera". "Se está instalando el pesimismo con el futuro de la patria", dijo. "Tenemos que superar este estado depresivo", repitió varias veces. "Vencer el déficit público no es un fin en sí mismo", añadió y llamó "al empeño de todos" para "superar una crisis que no puede ocultarse", pero que "como en el pasado", el país "tiene capacidad" para vencer.

Además de su confianza en sus capacidades de movilizar la energía nacional, Soares tomó la decisión de ser candidato presidencial tras constatar "un vacío" en la izquierda portuguesa, incapaz de encontrar un candidato, entre las generaciones más jóvenes, a la altura del reto de fomentar "la cohesión nacional".

Contestando a algunas críticas sobre su edad, Soares afirmó que "la longevidad en política tiene ilustres precedentes, en Portugal y en el extranjero", y prometió hacer una demostración de su "buen estado mental y físico" durante la campaña electoral.

Con esta candidatura, el partido socialista y la izquierda en general, espera no perder a favor de la derecha la jefatura del Estado por primera vez en la democracia instaurada hace 30 años. Pero la misión es complicada, aun tratándose de Soares. El ex primer ministro conservador, Aníbal Cavaco Silva (que lideró el Gobierno de Lisboa durante la década presidencial de Soares, en una cohabitación muy difícil), deberá ser el candidato apoyado por los partidos de la derecha. Experto en finanzas, y dada la crisis financiera, Cavaco Silva seduce más a los portugueses, al menos por ahora. Los sondeos conocidos dan una ventaja de más de 12 puntos al conservador.

Mário Soares, ayer durante la presentación de su candidatura en Lisboa.
Mário Soares, ayer durante la presentación de su candidatura en Lisboa.ASSOCIATED PRESS

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