Ibarretxe anuncia un "diálogo discreto" con todos los partidos
El 'lehendakari' ve posible llevar a consulta un acuerdo de normalización en esta legislatura
El lehendakari, Juan José Ibarretxe, anunció ayer su intención de abrir un proceso de diálogo "de manera permanente" y "discreto, no secreto" con todos los partidos vascos, incluida la ilegalizada Batasuna, para sentar las bases de una mesa para la normalización política de Euskadi. Ibarretxe, que abrió el curso en San Sebastián, considera "perfectamente posible" alcanzar en esta legislatura un escenario de paz, pactar entre todos los grupos un modelo de "relación amable" con España y después someterlo a referéndum.
El lehendakari recuperó ayer en una comparecencia tras la primera reunión de su Consejo de Gobierno después de las vacaciones las líneas maestras de su discurso de investidura en junio que luego ha ido precisando en diferentes intervenciones durante los dos meses siguientes.
Consideró que la presente es "una legislatura de enorme importancia" en la que él se va a empeñar en dar con un "modelo amable" de relación entre Euskadi y España. En los aproximadamente 30 minutos que empleó en comentar los pasos que quiere dar, el lehendakari no citó ni una sola vez el plan que llevó su apellido durante la anterior legislatura. Como si fuese algo del pasado, tan sólo recordó su existencia para recordar que lo presentó en el Congreso de los Diputados, donde fue derrotado por abrumadora mayoría en febrero, y que ese problema sin resolver evidencia la existencia de un conflicto político en el País Vasco.
Ese hecho le sirvió para subrayar que la clave del proceso de diálogo con todas las formaciones estriba en el reconocimiento de tres cuestiones: hay un problema político sin resolver en el País Vasco, la solución a ese conflicto ha de ser dialogada y, en última instancia, la decisión que debe respetarse es la de los vascos.
Sobre esos tres pilares, Ibarretxe cree que habría garantías para convocar una mesa para resolver la normalización de Euskadi. Aunque no lo dijo de manera explícita, el lehendakari dejó claro que no comparte la tesis del portavoz parlamentario de su partido, Joseba Egibar, de que esa mesa debería constituirse en cualquier escenario. "El diálogo resolutivo sólo puede darse en un escenario de ausencia de violencia", recalcó Ibarretxe.
Sin información
Hasta llegar a ese momento del diálogo "resolutivo", el presidente vasco enfatizó el valor de la discreción y del trabajo lejos de los medios de comunicación para hacer avanzar el proceso. Así, recalcó no sólo que no hará valoraciones públicas de las reuniones que mantenga, sino que su pretensión es no informar ni de su agenda.
Liberado por el PNV para dedicarse de lleno acometer el proceso de normalización, el lehendakari precisó que va a actuar sobre cinco principios: "Sólo caben los canales exclusivamente democráticos; no se puede excluir ninguna idea; todos los proyectos han de poder expresarse con igualdad; todas las soluciones parten de aceptar el respeto a la voluntad de los vascos, y, finalmente la pluralidad, es decir, no se puede imponer a nadie sentimientos de nacionalidad".
El PNV se ha marcado 2007 como plazo para constituir esa mesa de partidos. De ser así, daría tiempo a cumplir con la agenda de Ibarretxe. Ayer dijo que considera "perfectamente posible" que en esta legislatura los partidos lleguen a un acuerdo de normalización en un escenario sin violencia de ETA que sea, además, ratificado en referéndum por los vascos. En concreto, justificó la consulta popular con el argumento de que "Euskadi no es una parte subordinada del Estado español y, por tanto, no puede darse una solución que no sea aceptada por todos los que viven y trabajan en Euskadi".
El lehendakari, quien todavía no tiene fecha para su prevista reunión con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, apostó por acudir el próximo día 10 al Senado a la Conferencia de Presidentes Autonómicos.
Mientras portavoces del tripartito (PNV, EA y EB) respaldaban a Ibarretxe, su decisión de incluir a Batasuna en un proceso de diálogo levantaba las críticas de socialistas y populares.
[El dirigente de Batasuna Joseba Permach consideró en declaraciones a la emisora pública Euskadi Irratia que los socialistas no tienen "ninguna legitimidad" para imponer condiciones a la formación ilegalizada para participar en la mesa de partidos, que tampoco le admitirán al PNV. "Batasuna también le puede imponer muchas precondiciones al Partido Socialista y al resto de partidos", como su vuelta a la legalidad, el acercamiento de los presos o que se reabran sus sedes clausuradas].
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