Una fácil para empezar
Convertido en un icono en EE UU, Nadal supera a Reynolds
De un año a otro las cosas han cambiado mucho para Nadal. En 2004 pasó por Nueva York inadvertido, perdiendo en la segunda ronda. Pero este año su cara se ha convertido en una de las más conocidas del círculo tenístico. No sólo por haber ganado Roland Garros, sino también por los nueve títulos del circuito que ha conquistado -igualado sólo por Federer-, y por haberse encaramado hasta el segundo puesto mundial. Nadal llega esta vez al Open de Estados Unidos convertido en uno de los favoritos. Y ayer comenzó su andadura superando al estadounidense Reynolds (231º mundial), de 23 años, al que había vencido ya este año en la tercera ronda del Open de Australia, aun sin haber alcanzado su mejor nivel. Ganó por 6-3, 6-3, 6-4 en 1 hora y 50 minutos.
La imagen de Nadal ha sido durante los últimos tres meses uno de los emblemas que ha utilizado la USTA (Federación Estadounidense de Tenis) en la campaña publicitaria de la gira del abierto americano. Su cara apareció en portadas, en anuncios, en toda la cartelería y en la revista Vogue. A sus 19 años, el mallorquín está en boca de todos. El mismo Federer, número uno y campeón en Wimbledon, confesó en su última conferencia de prensa: "Nadal es un regalo para el tenis. Yo mismo soy un gran admirador de su juego".
Nadal debutó ayer frente a un tenista que había recibido una invitación y le liquidó sin necesidad de desplegar su mejor tenis. No logró llenar la central -algo menos de media entrada-, porque la hora era muy mala, el calor insoportable y el partido poco atractivo. Sin embargo, con su camiseta ajustada de rojo chillón, sus pantalones piratas negros y su cinta blanca recogiéndole los cabellos hacia atrás, Nadal no tuvo motivos para sentirse un extraño en la central, a pesar de que su rival fuera estadounidense. El público estuvo con él y se rindió a la superioridad del mallorquín, que se fue entonando a medida que el partido avanzaba y acabó con una de aquellas típicas jugadas que levantan al público y exasperan al rival: cuatro devoluciones imposibles con toda la ventaja del oponente y un golpe genial para concluir. Después cerró el partido con un punto de saque.
Tras ganar el torneo de Montreal, en agosto, Nadal regresó a Mallorca para descansar y recargar pilas. Vio por la televisión cómo Federer se imponía en Cincinnati y viajó a Nueva York el jueves. El sábado jugó una exhibición junto a la ya casi olvidada Anna Kurnikova, pero no volvió a competir seriamente hasta ayer. Y lo acusó. Parecía un poco lento al principio y dio la impresión de que le costó adaptarse a la velocidad de la central, mucho más rápida que la pista de Montreal. Sin embargo, su capacidad competitiva es inagotable. Aunque las cosas no le salían, luchó desde la primera bola. Fue la mejor primera ronda para él. Le sirvió para coger el tono al torneo. En la segunda le espera un invitado, Scoville Jenkins (372º), o un jugador salido de la previa, George Bastl (119º). Su primera dificultad seria le llegará en la tercera ronda, donde puede encontrarse al británico Greg Rusedski o al estadounidense James Blake, ganador la semana pasada en New Haven.
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