El Deportivo se impone sin brillo
El conjunto de Caparrós gana al Mallorca con un gol de Juanma a balón parado
El nuevo Deportivo de la Coruña, dirigido por Joaquín Caparrós, comenzó su andadura liguera con victoria a costa del Mallorca de Héctor Cúper, en un partido poco vistoso, con escasas oportunidades de gol y dominado por las cautelas defensivas.
El Depor de Caparrós es un equipo que ha renunciado a la inventiva y que apela a la máxima del trabajo y la agresividad. Ayer, el conjunto coruñés basó su apuesta ofensiva en las jugadas a balón parado y con eso le bastó para quitarse de encima a su rival. Precisamente, la incorporación de Juanma en defensa puede ser una baza en este tipo de ocasiones, como se demostró en la jugada del gol deportivista, que llegó gracias una empanada monumental de Pereyra en el área pequeña. El Depor, bien plantado tácticamente y sin fisuras, aguantó sin demasiados apuros el resultado favorable hasta el pitido final.
MALLORCA 0 - DEPORTIVO 1
Mallorca: Moyá; Cortés, Potenza, Ballesteros, Fernando Navarro; Campano (Rafita, m. 72), Borja, Farinós (Borja, m. 84), Peralta; Tuni (Muñoz, m. 80) y Okubo.
Deportivo: Molina; Manuel Pablo, Andrade, Juanma, Capdevila; Scaloni, Sergio, Duscher, Iván Carril (Momo, m. 53); Rubén (Valerón, m. 75) y Tristán (Senel, m. 67).
Gol: 0-1. M. 18. Juanma aprovecha una indecisión de la zaga balear y marca a placer.
Árbitro: Rubinos Pérez. Amonestó a Sergio, Carril, Duscher, Capdevila, Potenza y Rafita.
Unos 17.700 espectadores en el estadio de Son Moix.
Por su parte, el Mallorca parece mantener las constantes de la temporada anterior. La renovación de la plantilla, eso sí, no pudo plasmarse ayer en el once inicial de Cúper. El técnico montó una escuadra con lo que pudo. Las lesiones -Víctor Casadesús, Jonás Gutiérrez, Eduardo Tuzzio-, las sanciones -Arango- y las ventas de última hora -Luis García- han mermado la capacidad de un equipo cuyo rendimiento real seguirá siendo una incógnita.
En todo caso, este Mallorca de circunstancias mostró algunos tics que remiten directamente al mal trago del año pasado: se cometen errores gratuitos en defensa, no existe conexión con la línea atacante y, cuando los pelotazos lo permiten, no hay suficiente pólvora para rematar la jugada. Tuni, relegado a la banda izquierda desde su debut en el primer equipo, ocupó ayer sin demasiado acierto el puesto de segundo delantero por detrás del japonés Okubo, que estuvo insidioso pero romo. Visto lo visto, la afición balear deberá esperar a que el equipo se recomponga y a la llegada de alguna incorporación en el último suspiro del plazo de inscripciones, el 31 de agosto, para decidir si este año toca sufrir o no.
En el Deportivo, Tristán no dio muestras de recuperación y pasó del todo inadvertido. Todo lo contrario de Manuel Pablo, que fue dueño de la banda derecha y evocó sus mejores tiempos, los de antes de su grave lesión de tibia y peroné, en la temporada 2001-2002. Para valorar la reducida vocación ofensiva del equipo, baste certificar que fue Valerón el único que dio brillo al ataque coruñés durante los quince minutos que le concedió Caparrós, en la recta final del partido.
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