"El reto sería un Txikigune acuático"
Maite Bartolomé (Bilbao, 1962) se estrena este año como responsable del espacio infantil Txikigune. Además, también están a su cargo las actuaciones musicales de la plaza de Unamuno.
Pregunta. ¿Cuál es su función en la zona infantil?
Respuesta. El Txikigune está dividido en tres áreas, por edades, y hay una coordinadora en cada una. Mi función es la contratación y supervisión del conjunto, que todo funcione y solucionar los problemas. Hay 65 personas de monitores para todo el Txikigune, al margen del personal de limpieza, mantenimiento o seguridad.
P. ¿Se producen muchos problemas?
R. Apenas, sólo de reajuste.
P. En pocos años se ha convertido en todo un éxito. Las familias esperan hasta una hora para las actividades. ¿Ha pensado en ampliar el espacio del Txikigune?
R. Siguiendo Uribitarte es difícil, porque en seguida está un escenario de conciertos. Mi sueño es expandirlo hacia la Ría, hacer un Txikigune acuático. Ése es el gran reto. Tenemos una Ría muy desaprovechada. ¿Por qué vamos a ser menos que en San Sebastián? Ellos utilizan el Urumea para actividades.
P. ¿Qué ofrecería?
R. Piraguas, traineras txikis, pedales,... Además, son embarcaciones muy adaptadas a las personas con discapacidad.
P. ¿Para que eso se hiciese realidad, qué haría falta?
R. Mucha infraestructura, inversión y asumir el reto totalmente.
P. El Txikigune cumple una función educativa.
R. Por supuesto. Se ha integrado la perspectiva de género de forma transversal y la de accesibilidad. Además, se incluye un taller de lenguaje de signos y un laberinto auditivo con dos objetivos: acercar a la población sin discapacidad al mundo de los sordos y, a la vez, a estas personas al mundo auditivo.
P. ¿Disfruta de la fiesta?
R. Este año, no. He de levantarme muy temprano y llevo dos programas muy dispares. No paro. Aunque como bilbaína, quieras o no vives la fiesta. Lo que sí trato es de recoger una impresión global.
