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Reportaje:

La Bolsa española seduce a los extranjeros

Los no residentes compraron algo más de 6 de cada 10 euros del efectivo negociado en la Bolsa hasta junio

Los valores españoles están de moda fuera de sus propias fronteras. Entre enero y junio, la inversión extranjera neta se situaba en 2.424 millones de euros. De mantenerse esta tónica hasta final de año, la Bolsa terminará este año con más entradas que salidas de no residentes, con lo que interrumpirá la tendencia que mantenía en los últimos años.

Los inversores extranjeros parecen haberse dejado seducir por el atractivo de los valores españoles. A finales de junio, según datos de la Bolsa de Madrid, detrás del 63,71% de las compras de acciones realizadas por los miembros de ese parqué estuvo un no residente. Un año antes, ese mismo porcentaje se situó en el 61,27%.

Según los operadores, los no residentes se dieron cuenta hace dos o tres años de que el mercado español estaba más barato que otros
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El interés de los inversores foráneos por las empresas que cotizan en España se ha reflejado ya en un dato más que elocuente. En los tres primeros meses de este año, el saldo neto -compras menos ventas- de valores del mercado continuo en manos de inversores extranjeros se colocó en 2.424 millones de euros, de acuerdo con las cifras recogidas por la Dirección General de Política Comercial e Inversiones Exteriores. Un año antes, en el mismo periodo, las salidas superaban a las entradas, con lo que la inversión extranjera neta arrojaba un saldo negativo de 2.934 millones de euros.

Mientras los inversores extranjeros ganan cuota en el parqué español, los nacionales retroceden: si en los seis primeros meses del año pasado habían realizado el 38,73% de las compras de valores, este año ese porcentaje se reducía hasta el 36,29% en los seis primeros meses del ejercicio.

De mantenerse la inyección de flujos exteriores, la Bolsa española podría cerrar el ejercicio con un saldo de inversión extranjera neta positivo, con lo que se invertiría la tendencia que se ha venido manteniendo en los últimos años, que se han cerrado con un mayor volumen de ventas que de compras.

¿Cuáles son las razones del renovado interés de los inversores extranjeros por los valores españoles? Según los operadores, hace dos o tres años estos inversores cayeron en la cuenta de que la Bolsa estaba más barata que otros mercados. Pero, además, buena parte del dinero extranjero tiene un destino concreto: las empresas de mediana y pequeña capitalización, auténticas estrellas del parqué este año. Compañías como Mecalux, que acumula en el año una revalorización del 87,86%, Sos Cuétara, que sube un 35,74% o Tubacex, que vale un 67,2% más que a principios de año, son algunos ejemplos de small caps que han hechizado a los inversores extranjeros.

Según Jordi Falgueras, coordinador del Departamento de Estudios de Gaesco Bolsa, a diferencia de lo que suele suceder en otros mercados europeos, los valores pequeños y medianos españoles son compañías denominadas value, o valor, en la jerga de los mercados, y no compañías de crecimiento, o valores growth. Precisamente lo que buscan los inversores internacionales en estos momentos.

El formidable éxito de la OPV de Corporación Dermoestética, la cadena de clínicas de cirugía estética que se estrenó en el parqué el pasado 13 de julio, es un buen ejemplo del interés que despiertan los valores de pequeña capitalización entre los inversores extranjeros. Sólo se puso a disposición del mercado el 43,28% del capital de la compañía. De ese importe, tan sólo el 20% se ofreció a inversores minoristas. Igual porcentaje se apartó inicialmente para los inversores institucionales españoles, mientras que los inversores institucionales extranjeros se llevarían la parte del león, el 60% de los títulos de la OPV. Como era de esperar, la demanda de títulos superó la oferta de papel disponible: los minoristas pidieron 3,9 más de los disponibles para su tramo y los institucionales españoles solicitaron 7,2 veces más acciones de las asignadas. Pero los institucionales extranjeros reclamaron nada menos que 18,7 veces el papel previsto para ello. Tanto fue así que, al final, incluso se rebajó el tramo institucional español para satisfacer la "presión tan grande" de los fondos internacionales, tal y como la definió el día de la OPV el presidente y fundador de la compañía, José María Suescun.

Aun así, el glamour de la Bolsa española podría también difuminarse en lo que queda de año. ¿La razón? Precisamente la subida espectacular que han experimentado los valores de pequeña y mediana capitalización en la primera mitad del año. "El sentimiento que transmiten los inversores extranjeros, al menos en Europa continental, es que están bastante asustados por los niveles que han alcanzado esas compañías", señala Pierre Nadelar, responsable de ventas para Europa continental de Beta Capital.

Ello, sumado a la atonía que han mantenido los blue chips de la Bolsa española, es decir, las mayores compañías del mercado, en el sentido de que no han protagonizado movimientos destacables, puede haber desinflado el atractivo del parqué español. Eso sí, Nadelar no descarta un trasvase de fondos de los valores de pequeña y mediana capitalización a las grandes compañías de la Bolsa española.

Desde luego, recorrido tienen, habida cuenta de su pobre rendimiento bursátil en lo que va de año. Desde principios de enero, las acciones de Telefónica han caído un 1,15%. Los grandes bancos se anotan ganancias, pero van a la zaga del alza de más del 11% que registra ya el Ibex 35. El Banco Santander avanza desde el 1 de enero un 9,64%, mientras que su gran competidor, el BBVA, sólo ha conseguido revalorizarse un 6,59%.

Los inversores extranjeros no sólo se han interesado por la renta variable española. Además, poseen el 45,97% de la deuda pública emitida por el Estado español. Durante el primer semestre del año, sus carteras de bonos y obligaciones aumentaron en 18.250 millones de euros, hasta acumular títulos españoles de deuda pública por importe de 111.680 millones de euros.

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