Robinho se estrena en Cádiz

Arropado por Ronaldo, Roberto Carlos y Julio Baptista, el primer entrenamiento de Robinho con el Real Madrid quedará para el recuerdo. Al igual que el día de su despedida del Santos, el liviano cuerpo del delantero brasileño -62 kilos en 172 centímetros- voló por los aires, hasta tres veces, manteado por sus nuevos compañeros de vestuario, para el regocijo de los 300 aficionados que acudieron a Las Rozas. Esta vez faltaron la harina y los huevos, de los que sí fue rociado en Brasil.

"Le he visto bien, se adapta rápido y si lo creo oportuno jugará". Vanderlei Luxemburgo, con el que ya coincidió en el Santos, incluyó a la última joya del fútbol brasileño entre los convocados para el partido contra el Cádiz, donde también viajaron Casillas y Woodgate. Por lo visto en la sesión, Robinho no será titular pero sí se espera que sea el Ramón de Carranza el estadio donde debute. "Si no, tendrá que esperar su oportunidad, pero su estado físico es bueno, porque en Brasil empezó la temporada y luego se fue a Croacia con la selección y también jugó", recalcó Luxemburgo.

En una sesión centrada en la correción de futuros despistes tácticos, Robinho abusó, con una par de regates eléctricos, de la confianza de Gravesen, que le hizo diana de sus bromas. Mientras, el cuerpo técnico no daba tregua e interrumpía sin descanso los movimientos de la defensa y las arremetidas ofensivas. A la vera de Owen, arrancando desde la banda derecha, Robinho formó en el equipo suplente. Ganaron los titulares con gol de Baptista, que hoy jugará de inicio pese a las molestias que ha arrastrado. "Robinho pertenece a una plantillad de calidad", afirmó Luxemburgo. "Es un jugador de nivel, con otros jugadores de gran nivel, que tiene que buscar su historia, ganársela como en su día hicieron Di Stéfano, Puskas o Gento".

Lo mismo que se fragua la historia del Madrid. "Es difícil jugar en campos como el del Numancia o el de Anoeta, o en Cádiz mismo, pero la afición no entra en la cancha para jugar", reflexionó el entrenador del Real Madrid, que respeta pero no comparte las impresiones de Raúl, el gran capitán, que ve al Barça un escalón por encima del resto. "No hay ventaja para nadie, hay que buscar destacarse. El Barça tiene sus cualidades, sus virtudes, pero nosotros tenemos las nuestras", quiso zanjar.

Más dicharachero se mostró Luxemburgo cuando le preguntaron por el famoso pinganillo que llevó Raúl en el trofeo Bernabéu. "Hay gente que habla sólo por criticar. La tecnología no va a cambiar la calidad de un jugador por utilizarla, no va a impedirle marcar un gol. Se usará sólo para mejorar, nunca para perjudicar", solventó. Como colofón a su apuesta por las nuevas tecnologías, dijo con sorna: "¿Acaso se creen que voy a decir cuándo pasar o cuándo chutar a mis futbolistas?".