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Columna
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El 'cigronet'

Lo que se conoce por el Alt Anoia reúne a 12 pueblos del norte de Anoia que tienen unas peculiaridades distintas del resto de la comarca. Es una tierra rural, de secano, aún poco industrializada. Produce básicamente cereales y existen muchas granjas de gallinas, conejos y cerdos. Los agricultores de Calaf, Els Prats de Rei, Sant Martí Sesgaioles y Pujalt han cultivado desde siempre un tipo de garbanzo, el cigronet, con unas características propias. Era una tradición que pasaba de padres a hijos: los payeses guardaban parte de la cosecha para la siguiente siembra y lo que producían les servía únicamente para el consumo propio.

Fue hace dos años cuando el Consorcio de Promoción Turística del Alt Anoia empezó una campaña para promocionar, y sobre todo preservar, ese garbanzo de gusto exquisito. Se instalaron campos de prueba y después de la cosecha cada productor llevaba un kilo de sus garbanzos para compararlos. Se creó la Asociación de Productores y Elaboradores del Cigronet, que garantiza la calidad del producto y certifica que el garbanzo se ha cosechado en esta zona y con la semilla que lo acredita como cigronet.

Se trata de un garbanzo más pequeño, aunque una vez cocido aumenta hasta tres veces su volumen y nunca se deshace

Las tierras de secano del Alt Anoia son una de las claves para que esta legumbre se haya adaptado tan bien a la tierra. Se trata de un garbanzo más pequeño que los otros, aunque una vez cocido aumenta hasta tres veces su volumen y nunca se deshace. Tiene la piel lisa y fina y un sabor intenso. Una vez en la boca su textura no es harinosa y se funde muy pronto. Ahora ya se cultiva en extensiones más grandes y ha pasado a ser un producto alternativo al cereal. Existen 15 productores, la mayoría gente joven que lucha por sacar adelante el producto y que ha devuelto el entusiasmo a los viejos payeses.

El garbanzo se introdujo en Cataluña gracias a los árabes. Es una legumbre que aguanta muy bien la sequedad, se planta en enero o febrero y se recoge en julio, cuando el fruto está bien seco. Seguidamente se limpia de la paja y se vende crudo. Se destina principalmente a los restaurantes de la zona o se comercializa cocido y envasado en las tiendas y en centros de turismo rural. Hasta ahora el cigronet se podía comprar en Igualada y los pueblos del Alt Anoia, pero a partir del próximo septiembre, y gracias a una campaña de promoción, se venderá en toda Cataluña. La campaña lleva por título La tardor del cigronet, y consistirá en una feria y unas jornadas gastronómicas y de debate en Igualada y Els Prats de Rei, además de la Festa del Cigronet, que se celebrará en algún pueblo del Alt Anoia.

Con todo ello se pretende que el cigronet sea un producto agrícola de renombre, a la vez que rentable. Aunque el proyecto, dirigido por el Consorcio de Promoción Turística del Alt Anoia, va mucho más lejos: estudiar las posibilidades del producto, seleccionar las semillas, solicitar la indicación geográfica protegida (IGP) y detener el despoblamiento de los núcleos más pequeños de población.

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