Por siempre Marilyn

En Cádiz ya la han visitado más de 9.000 personas y va a permanecer abierta hasta el día 11 de septiembre, después de que los organizadores hayan recibido numerosas solicitudes para ampliar el plazo, que inicialmente estaba previsto hasta final de este mes de agosto. Luego se marchará a Japón y Nueva York.

La exposición Marilyn, instalada en los claustros de la Diputación de Provincial, está teniendo tal éxito de público que ha sorprendido, incluso, a los propios organizadores. Este hecho pone de manifiesto el interés que sigue despertando la actriz norteamericana Marilyn Monroe (1926-1962), reconocida universalmente como mito sexual y exponente de la cultura popular de la década de los años 60.

A través de 300 piezas, procedentes de colecciones privadas y galerías de todo el mundo, el visitante tiene la oportunidad de conocer detalles, algunos olvidados o ignorados, de la vida y la producción artística de la actriz. Este viaje al recuerdo se sirve de fotografías, esculturas y obra gráficas de algunos de los mejores maestros contemporáneos como Andy Warhol, Henri Cartier-Bresson, Mel Ramos, y Bert Stern, que quedaron atrapados por la musa y la inmortalizaron en sus obras.

"Por un lado vemos a una jovencísima Norma Jeane, mucho antes de someterse a la legión de cirujanos y estilistas que la trasformaron, y que aun no había aprendido a seducir a la cámara", explica la vicepresidenta de la Fundación de Cultura de la Diputación de Cádiz, Irene García.

"Por otra parte la exposición nos presenta su rostro desfigurado y vencido en una camilla, camino de la morgue tras su suicido, incapaz de hallar la felicidad y abrumada por la fama", añade la responsable de la fundación.

El resultado, dice García, "tiene un punto agridulce, como su propio recuerdo". Los organizadores aseguran que con la exposición pretenden "una pequeña contribución a la memoria de esta mujer, que tanto nos entregó".

Sin embargo, no todos comparten la pasión por la actriz. El pasado 15 de julio, a pocos días del inicio de la exposición, una visitante, una mujer de unos 50 años expresó su indignación por la presencia de una de las piezas del catálogo, un crucifijo cubierto una tela roja sobre el que aparece una escultura de la actriz simulando la pasión de Cristo. La mujer descolgó la obra, la dejó en el suelo y acusó de blasfemos a los organizadores. El hecho no deja de ser una anécdota, pero pone de manifiesto que, aun hoy, Marilyn provoca odios y pasiones, como lo hizo entonces.

Entre la documentación que recibe el espectador se incluye una listado de Los Favoritos de M.M. El folleto recupera una vieja moda de los años sesenta, la de difundir en periódicos y revistas una relación de objetos, costumbres o autores favoritos de los famosos del momento. De esta forma, puede conocerse que los pintores preferidos de la actriz eran Goya, Picasso, El Greco y Miguel Ángel; su perfume era Chanel nº 5 y su bebida favorita, Dom Perignon de 1953. En la lista aparecen también sus almacenes predilectos, Bloomingdale's, y los cantantes que más les gustaron: Frank Sinatra y Ella Fitzgerald.

El visitante tiene la posibilidad de adquirir el catálogo de la muestra, que a lo largo de 192 páginas, hace un recorrido personal y profesional por la vida de la artista.