Dos consejeros del Consultivo se opusieron a dictaminar el Estatuto catalán

Dos de los siete consejeros que integran el Consejo Consultivo de la Generalitat se opusieron a que este organismo emitiese un dictamen sobre la constitucionalidad del proyecto de reforma estatutaria remitido por el Parlament de Cataluña.

Los consejeros consideraron que ese dictamen escapa de las competencias del Consultivo, aunque los otros cinco juristas entendieron que debía hacerse una interpretación amplia de la normativa y debían pronunciarse, tal y como ocurrirá finalmente.

Los consejeros que se opusieron a la elaboración del dictamen fueron Jaume Camps y Jaume Vernet, que ocupan sus cargos a propuesta de Convergència i Unió (CiU) y de Esquerra Republicana (ERC), respectivamente. La posición discrepante de estos consejeros fue comunicada al presidente del Parlamento catalán, Ernest Benach, por el del Consultivo, Joaquim Tornos, en una carta remitida poco después de que, el pasado día 5, se recibiese el proyecto de reforma aprobado por la cámara catalana. La posición de los dos consejeros no fue ratificada por el resto de integrantes de ese órgano y finalmente se acordó emitir el dictamen.

Maragall y Mas

Mientras se espera este dictamen, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, reiteró ayer su predisposición a entrevistarse con el líder de la oposición, Artur Mas, si éste lo solicita. Pero se quejó de que "los mensajes que CiU emite estos días traslucen una intransigencia y mala educación" que no facilitan los acuerdos.

Tanto los dirigentes de CiU como los de ERC reiteraron ayer, sin embargo, que no piensan modificar su posición sobre el proyecto de Estatut e instaron a los socialistas a dar marcha atrás en su rechazo a la invocación de los derechos históricos para blindar determinadas competencias.

En una visita a la Universidad Catalana de Verano que se celebra en Prada de Conflent (Francia), el líder de ERC, Josep Lluís Carod, mantuvo el carácter "irrenunciable" de su posición, informa Jesús García. No obstante, Carod se mostró abierto a discutir "qué permite hacer" esta invocación.

A su juicio, el PSC está "capacitado" para asumir la defensa de esta vía para blindar competencias de la Generalitat porque ya recurrió a ella, por ejemplo, para justificar el retorno del presidente de la Generalitat Josep Tarradellas en 1977.