El PSOE hace oposición desde la Junta"

Los rifirrafes del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre (PP), con la Junta y el Ministerio de Fomento a cuenta del urbanismo y de los grandes proyectos de infraestructuras han ido subiendo de tono desde el inicio del verano. El desencuentro con la Junta culminó la semana pasada, con la Feria como escenario: el consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías, aludió a la "ineptitud" de los alcaldes del PP y el regidor acusó a la Junta de practicar una "política de caciqueo". De la Torre (Málaga, 1942) critica en esta entrevista la labor de "oposición municipal" que desarrolla el PSOE desde los gobiernos regional y central, revive los viejos agravios de Málaga respecto de Sevilla y defiende una mayor autonomía local.

"La estrategia plantea restar protagonismo al Ayuntamiento, dejar menos visible la presencia municipal, temiendo que se potencie su imagen"

"El Gobierno regional no ha mostrado nunca con Málaga la sensibilidad y la atención que merece; ésa es la realidad, y hay muchísimos ejemplos"

Pregunta. ¿Por qué se ha desatado tal hostilidad con la Junta y el Ministerio de Fomento?

Respuesta. No se trata de ninguna declaración de hostilidad por mi parte, sino de una serie de acontecimientos que han ido ocurriendo, no por iniciativa del Ayuntamiento, sino por iniciativa bien de la Junta, bien del Gobierno central, que han sido y son negativos para Málaga, y que suponen un desprecio para Málaga.

P. ¿Cuáles?

R. Si se publica una orden en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) el 27 de julio para delimitar un área de reserva de 101 hectáreas en Soliva Norte [expropiación de la Consejería de Obras Públicas para construir viviendas protegidas], y yo he tenido una reunión seis días antes con el presidente de la Junta y la consejera, y me entero por el BOJA y no en esa reunión, es chocante, y una falta de cortesía institucional enorme de la Junta con el Ayuntamiento. Si además ha habido reuniones para el plan general de nuestros técnicos y los de la Junta, y de la comisión de seguimiento del plan de vivienda firmado en 2004 y no se dice nada de ese propósito, es más que descortesía.

P. ¿Ve mala fe?

R. Es como premeditación y alevosía en la forma de actuar de espaldas a la ciudad. Desde el punto de vista de la forma, clarísimamente. Pero desde el punto de vista del fondo, es un error querer construir al final 7.000 o más viviendas de protección oficial en una zona de la ciudad. Es hacer una ciudad de primera, y otra de segunda división.

P. ¿Está haciendo el PSOE oposición municipal desde la Junta y el Gobierno central?

R. Viene haciendo oposición municipal mucho tiempo. Y es un error, porque desprestigia las instituciones que no están para hacer ese tipo de tarea, sino para gobernar desde la lealtad y la colaboración institucional. Esa oposición tuvo sus manifestaciones en la anterior legislatura municipal, pero en ésta son especialmente visibles.

P. ¿Es que la labor de oposición municipal no es suficiente como para que necesite de ayuda de otras instituciones?

R. No soy quién para juzgarlo. Lo que digo es que en la medida en que la Junta y el Gobierno central están haciendo oposición, eso es desvirtuar su tarea, quitarle prestigio, seriedad. Y está evidentemente en contra del principio de lealtad institucional que debe existir entre Administraciones. Los ciudadanos lo que esperan de nosotros es colaboración.

P. ¿De quién parte la estrategia del "ayuntamiento paralelo"?

R. No sé de quién parte, pero la Junta actúa aprovechando que ha retenido competencias que no deberían estar en el ámbito autonómico, sino en el local, desde hace años, por el principio constitucional de autonomía. En la medida en la que las tienen en su mano, pueden actuar como ayuntamiento paralelo. No deben hacerlo, ni política ni jurídicamente, pero tienen la tentación porque tienen esa posibilidad. Va contra la modernización tantas veces reclamada. Si, por ejemplo, hace años se hubiera transferido la construcción de colegios, no estaríamos ahora con aulas prefabricadas. Es un ejemplo de ineficacia en Andalucía que se da por esa concentración de poder, aparte de por una mala gestión.

P. ¿Se inminscuye la Junta en los asuntos de Málaga porque es un ayuntamiento del PP?

R. El caso de Málaga es un ejemplo clarísimo. Creo que la estrategia plantea restar protagonismo al Ayuntamiento. El ejemplo del Metro es muy expresivo: somos socios del Metro en inversión, y está previsto que seamos socios en la gestión de la empresa. Pero la Junta trata de llevar esa obra como si fuera sólo autonómica, que la opinión y la presencia municipal se minimice al máximo. Es infantil, el querer dejar menos visible la presencia municipal, temiendo dar oportunidades de potenciación de la imagen del Ayuntamiento. Creo que hay demasiado análisis de los efectos y las consecuencias de tal y cual proyecto, y es un error. Va en contra de que cuanta más colaboración y cuanta más descentralización, mejor para el ciudadano.

P. La semana pasada dijo que la Junta favorece a Sevilla respecto a Málaga en infraestructuras.

R. La Junta no ha mostrado nunca con Málaga la sensibilidad y la atención que merece, ésa es la realidad, y hay muchísimos ejemplos. Este Ayuntamiento ha tenido que sacar a flote el Palacio de Ferias y de Congresos. Le puedo mostrar las declaraciones en los años ochenta de un consejero de la Junta de entonces que instaba al alcalde de Sevilla a correr, que Málaga se iba a adelantar. Parecía un concejal de Sevilla. Es pueril, pero es la sensación que hemos tenido en relación con muchos temas. El palacio de Sevilla es un compromiso económico muy importante de la Junta, en su construcción, gestión y mantenimiento de las pérdidas de cada año. Nosotros hemos estado muy solos en la construcción, y solos estamos en la gestión y soportamos las pérdidas. Y otro ejemplo: el Centro de Arte Contemporáneo, sostenido por el Ayuntamiento, lo hemos hecho nosotros solos. El de Sevilla es de la Junta.

P. Pero existen proyectos muy importantes para Málaga: el Metro, el AVE, el puerto, la ampliación del aeropuerto...

R. El mismo tema del AVE fue una falta de sensibilidad no ver su necesidad en los años ochenta, cuando se estaba planteando el de Sevilla. Hoy se ve claro, pero había que tener un poco de visión de futuro y de presente. Yo decía en un artículo que aquí no tenemos la Expo 92, pero tenemos una expo permanente, que es la costa, y por tanto, las razones del AVE eran clarísimas. Mucha gente no sabe la importancia de Málaga, los habitantes que tiene, el dinamismo económico, y hay que recordarlo. La primera que no es sensible a ese tema, y tarda mucho en serlo, es la propia Junta. No quiero ser radical en el planteamiento, quiero matizarlo, pero es una realidad que está ahí.