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Reportaje:

El secreto sigue estando en la pasta

Jazztel aumenta las pérdidas y cae en Bolsa pese a su ambicioso plan estratégico

Ramón Muñoz

Leopoldo Fernández Pujals, el fundador de Telepizza, prometió reflotar Jazztel bajo el lema "El secreto está en la red". Sus comienzos, hace casi un año, fueron prometedores. Pero la trayectoria se ha torcido. Han aumentado las pérdidas y ha caído la cotización. Y lo que es más significativo: tiene muy difícil cumplir con su plan de captación de clientes.

Las agresivas campañas de captación de clientes también han tenido reflejo en los índices de calidad del servicio

Pujals, en su primera comparecencia pública tras hacerse con el control de Jazztel, prometió repetir el éxito de Telepizza. Si el lema de la compañía de comida a domicilio era "El secreto está en la masa", el leitmotiv bajo el que pretendía reflotar Jazztel era "El secreto está en la red". Es decir, en la red propia y, en particular, en el tramo que llega al domicilio del abonado.

Pero no parece que Jazztel tiene difícil seguir esa estrategia. Según los últimos datos correspondientes al segundo trimestre, no se ha tendido ni un solo metro más de acceso local propio en el último año (2.718 kilómetros). Y es que la estrategia pasa ahora por utilizar la red de Telefónica, instalándose en sus centrales para gestionar desde allí las líneas de ADSL.

Pero tampoco esta táctica esta exenta de críticas. Telefónica ha denunciado que Jazztel está jugando con la regulación para obtener suculentos ingresos. La táctica es pedir a Telefónica el acceso a un número exorbitado de centrales para instalar sus equipos y luego solicitar a la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (CMT) que sancione al ex monopolio por no poder atentar sus peticiones.

Telefónica acusa a Jazztel de utilizar sólo una de cada 20 líneas que pide, es decir, el 5%. y, sin embargo, ha conseguido recaudar varios millones de euros en concepto de indemnización de Telefónica, que no puede atender la avalancha de peticiones.

La compañía de Pujals no duda además en culpar a Telefónica del flagrante incumplimiento de su plan de negocio en cuanto a clientes de acceso directo, ya que tiene 86.355 clientes de ADSL, un 66% más que hace tres meses, pero a años luz de alcanzar el 18% de cuota de mercado que se propone en su plan estratégico (600.000 clientes).

Las agresivas campañas de captación de clientes también han tenido reflejo en los índices de calidad. Organizaciones de consumidores como la OCU o la UCE han disparado sus denuncias sobre la deficiente calidad técnica o las largas esperas en el número de atención al cliente, quejas de las que, por otra parte, tampoco se escapan sus competidores como Ya.com o Wanadoo.

Tampoco le salen muy bien las cuentas a Jazztel. En el primer semestre del año registró una pérdida neta de 63,8 millones de euros, lo que supone un aumento del 77,7% respecto a los 35,9 millones registrados en el mismo periodo de 2004.

La operadora justifica las pérdidas por el aumento de los gastos para su ambicioso plan de captación de clientes, incluyendo una campaña de marketing de 18,3 millones de euros. Los ingresos aumentaron un 22%, un ritmo insuficiente si se quiere conseguir el objetivo fijado para 2007 de alcanzar una facturación de 1.000 millones de euros y un beneficio neto superior a los 50 millones.

Pujals es un mago de la Bolsa, como probó en Telepizza, incluyendo su salida de la compañía con grandes plusvalías. Sus anuncios espectaculares y el lanzamiento de campañas de publicidad agresiva le sirven para impulsar la cotización. Así pasó en Jazztel. Cogió la acción en 0,2 euros y en apenas seis meses consiguió que superara los 1,5 euros, lo que le sirvió para cancelar los bonos convertibles por acciones. Pero las dudas sobre el cumplimiento del plan estratégico le han jugado una mala pasada. La acción ha caído hasta el euro.

El empresario de origen cubano tampoco ha tenido suerte con el equipo directivo. Ha llevado a cabo cuatro reorganizaciones del grupo gestor y del consejo, pese a prometer estabilidad al inicio de su cargo.

Aunque lo que nadie puede negarle es su confianza ciega en una compañía fundada por Martín Varsarvsky y abandonada a su suerte. Una fe que le llevó a inyectar 61,8 millones de euros para hacerse con un 24,9%. "El primero que se juega su dinero soy yo", suele decir. Por eso tal vez, lo importante sigue siendo la pasta.

Leopoldo Fernández Pujals, en el centro, durante el anuncio de su entrada en el capital de Jazztel.
Leopoldo Fernández Pujals, en el centro, durante el anuncio de su entrada en el capital de Jazztel.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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