Renault persigue a Raikkonen

La cuestión vuelve a estar sobre la mesa en el primer Gran Premio de Turquía de fórmula 1, que se disputa hoy en el Otodrom, de Estambul. La diferencia entre los McLaren y los Renault no es tan grande a una sola vuelta. Pero, en ritmo de carrera, parece claro que nada parará a Kimi Raikkonen, salvo una avería. Ayer, en la clasificación, la distancia fue ridícula. El finlandés hizo buenos los pronósticos y se colocó en la pole-position, pero los Renault del italiano Giancarlo Fisichella y Fernando Alonso coparon las dos siguientes plazas, a sólo dos décimas de segundo. Por detrás quedó el McLaren del colombiano Juan Pablo Montoya, perjudicado al salir en el cuarto lugar, cuando la pista, teóricamente, estaba más sucia.

"Hemos estado revisando nuestras salidas por los distintos lados de la pista y la diferencia es notable"

"Los problemas pueden comenzar en la primera curva. Hay que evitar salirse del asfalto"

"La diferencia entre salir el primero y el último puede llegar a ser de 9 décimas", explicó Alonso, que, tras su mal resultado en Hungría, partió el décimo, lo que pudo suponerle una penalización de 4 décimas. Sin embargo, su análisis no fue exacto porque una racha de viento que invadió el trazado dejó huellas de arena en algunas curvas y lo pagaron los últimos. De esos cinco, sólo dos, Raikkonen y el italiano Jarno Trulli, la acabaron sin incidentes. El británico Jason Button y los alemanes Ralf y Michael Schumacher se salieron en la curva 10. Y Raikkonen, que cerró la tanda, la afrontó con reservas: "Tenía tiempo y tomé precauciones".

La conclusión es que McLaren funciona mejor. Y hoy se espera que, en la salida, Raikkonen ponga la directa y vaya arañando segundos a todos sus perseguidores, incluidos los Renault de Alonso y Fisichella. El gran problema de McLaren sigue siendo la fiabilidad. Aunque durante las vacaciones han podido trabajar para mejorarla, no podrán aplicar las mejoras al motor: usarán el mismo que en Hungría. "¿Puede superar a Raikkonen si no tiene problemas?", se le preguntó a Alonso. Y el español fue sincero: "Es complicado. Deberíamos salir mejor y correr sin cometer fallos. Pero lo más difícil será concluir la carrera en buenas condiciones".

Éste será un problema común a todos los pilotos. Preservar los neumáticos va a convertirse en una cuestión vital en las últimas vueltas, al igual que mantener la entereza física. La curva 8, con cuatro vértices y en la que se entra en quinta a 280 km/h, no se toca el freno y durante seis segundos nunca se baja de 240, sitúa el cuello del piloto bajo una presión de 4G y somete a las gomas a un desgaste y un reparto de pesos poco habitual porque no sólo se corre contra las agujas del reloj, sino, además, con un poco de peralte.

Pero no parece que todo ello vaya a decidir la carrera. El duelo se plantea de nuevo entre Raikkonen y Alonso y sus dos escuderos, Montoya y Fisichella. Pero ¿aceptan todos su papel actual? La situación en la parrilla podría dar una cierta ventaja a Renault para montar una estrategia. "Hemos estado revisando nuestras salidas por los distintos lados de la pista y la diferencia es notable", comentó Alonso, que saldrá el tercero, por detrás de Raikkonen, pero en la línea más limpia del circuito, mientras que su compañero, Fisichella, estará en la primera línea, pero en la parte sucia. "En GP2 esta diferencia no se apreció. Pero con los F-1 se siente mucho más el agarre y debería salir mejor yo. Los problemas, eso sí, pueden comenzar ya en la curva 1, en la que muchos coches pueden sufrir salidas y hay que intentar evitarlo", agregó el asturiano.

Fisichella precisó que no hay órdenes de equipo, pero podría ayudar a Alonso: "Depende básicamente de cómo vaya Raikkonen. Si va por detrás de nosotros o ha tenido problemas, iré a tope porque afectará poco al campeonato y lo que buscaremos serán los máximos puntos para el equipo. Pero, si Raikkonen va líder, yo segundo y él es tercero, entonces ayudaré a Alonso". Y el ovetense precisa que está en condiciones de alcanzar el podio: no renuncia a ganar, pero ser segundo, si al finlandés no le ocurre nada, no sería mal resultado para él.

En McLaren insisten en que Raikkonen puede ganar el Mundial. "Tenemos un bólido muy fuerte y estableceremos una estrategia para ganar", afirma el propietario, Ron Dennis. En Ferrari, en cambio, las cosas empeoran tras los buenos resultados de Hockenheim y Budapest, donde los neumáticos Bridgestone funcionaron. El brasileño Rubens Barrichello aseguró que había ido al límite y acabó 11º y Schumi sufrió un trompo por la suciedad de la pista y estará en las últimas filas tras cambiar el motor.