Los regantes de La Ribera avisan a Camps de que perderá votos si insiste en defender el trasvase

El presidente del Sindicato de Regantes de Sueca y dirigente de la Unidad Sindical de Usuarios del Júcar, José Pascual Fortea, pidió ayer prudencia al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en el polémico transvase al Vinalopó. Para Fortea, las "presiones" del Consell sobre los regantes del Júcar en relación al trasvase "pueden costarle todos los votos de la Ribera Alta y la Ribera Baixa, un feudo muy importante para el PP". Por su parte, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA) rechazó ayer las críticas del Consell sobre la responsabilidad de los agricultores en la lenta modernización de regadíos.

Lo más llamativo de las críticas vertidas ayer contra la Generalitat, fue, aparte de la contundencia, el hecho de provenir de personas y organizaciones con una sólida trayectoria conservadora. Las reprobaciones de José Pascual Fortea, militante del PP desde los tiempos de Alianza Popular, cristalizaron, al igual que las de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA), en la figura de José Ramón García Antón, consejero de Infraestructuras.

El día anterior, García Antón, había responsabilizado a los agricultores de La Ribera de los retrasos en la modernización de regadíos. Fortea y AVA rechazaron la afirmación. El presidente del sindicato agrario, Cristobal Aguado, añadió que el Consell tiene seis proyectos de modernización pendientes de adjudicar; "Si la Administración quiere trabajar, tiene proyectos suficientes para empezar y dejar trabajar a los demás".

Fortea trazó una línea clara entre Francisco Camps, al que llamó "gran presidente", y García Antón, al que calificó de "es-pecialista en dividir". El dirigente de los regantes de Sueca le acusó de estar "presionando" a los agricultores de la Ribera para que se alineen con la Generalitat en su postura de mantener el transvase Júcar-Vinalopó desde el embalse de Cortes, y rechacen la propuesta del Ministerio de Medio Ambiente, apoyada por el PSPV, L'Entesa y los ecologistas, de retrasar la toma de agua hasta el Azud de la Marquesa, cerca de la desembocadura del río.

"Sabemos los problemas que [Camps] puede tener en Alicante", dijo Fortea, quien advirtió acto seguido al jefe del Consell que no olvide que "gobierna desde Vinaroz hasta Orihuela" ni "quién manda hoy en Alicante", en referencia al portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana.

El PSPV emitió por su parte dos tipos de mensajes. El secretario socialista de Medio Ambiente, Francesc Signes, acusó en el primero a García Antón de avanzar en un "proceso de criminalización" contra los agricultores, y consideró "inaceptable" que atribuya a estos la lentitud de la modernización de regadíos cuando, en su opinión, proviene de "su falta de diligencia al frente de la consejería".

El segundo mensaje, lanzado por la vicesecretaria general del PSPV, Isabel Escudero, fue una llamada "al sentido común" y a la recuperación del "espítítu de colaboración y hermandad" de los agricultores, para lo que pidió que se descoonvoque la manifestación a favor del mantenimiento de trazado del trasvase, prevista en Alicante para el día 10 de septiembre, y la contramanifestación de los regantes de La Ribera, a favor del nuevo trazado, prevista el mismo día en Valencia.