"El cómic se lee, no sólo se ve"

Formado en la estética del manga, el granadino Kenny Ruiz (1980) pertenece a una generación de autores que ha regresado a la fantasía y la épica y la utiliza como plataforma para contar historias para adultos con cierto trasfondo social (El cazador de rayos, Dolmen). Una de sus preocupaciones es aproximarse a los intereses de los lectores y lo ha conseguido también con el realismo de Barcelona (Dolmen).

PREGUNTA. ¿Cómo llegó al cómic?

RESPUESTA. Empecé en Artes y Oficios. No me gustaba el mundo del arte de hoy, en el que el autor se suele dar más importancia a sí mismo que a quien se dirige. El cómic es una forma de entretenimiento que cualquiera puede leer y entender.

P. Como guionista y dibujante, ¿a qué da más importancia a la hora de armar un cómic?

R. Doy muchas vueltas a la historia, que para mí es lo primero, y a los personajes, a los que imagino vivos. El cómic se lee, no sólo se ve. El estilo de dibujo es un arma que utilizo según la historia.

P. Con Barcelona, quería acercarse al público femenino.

R. El mundo del cómic se lo debe. Utilizar a las mujeres sólo como reclamo erótico es anacrónico.