La defensa de los agentes del 'caso Roquetas' afirma que no hubo delito

El abogado de los nueve guardias civiles imputados por la muerte de Juan Martínez Galdeano el pasado 24 de julio en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar (Almería), Gustavo Arduán, presentó ayer la impugnación del recurso interpuesto por la acusación pública el pasado viernes en el que se pedía la prisión provisional para el teniente José Manuel Rivas y el agente J. A. Moreno. La defensa alega que la instrucción no ha terminado, que faltan informes técnicos, que no hay indicios "racionales" de criminalidad y que los guardias no pueden entorpecer la investigación al estar suspendidos de sus funciones.

Para la defensa, el único objeto posible de debate procesal hace alusión a la gradación en el uso de la fuerza y a si los "medios y comportamientos" supusieron un control "adecuado y proporcional", por lo que insiste en la presunción de inocencia de sus defendidos.

En su escrito, Arduán se sorprende del "desconocimiento" que demuestra la institución fiscal sobre la Ley de Enjuiciamiento Criminal cuando afirma en su artículo 502 que "no se adoptará en ningún caso la prisión provisional cuando de las investigaciones practicadas se infiera racionalmente que el hecho no es constitutivo de delito o que el mismo se cometió concurriendo una causa de justificación".

Y es que la defensa no comparte con el Ministerio Público que puedan calificarse los hechos investigados de lesiones graves, homicidio ni trato degradante, "habida cuenta de que en el actual estado de las investigaciones no sólo aparecen ausentes datos materiales y objetivos que indiquen la existencia de tales delitos, sino que además si algo aparece como evidente es la ausencia del dolo específico y necesario en cuanto a la comisión de aquellos (...)".

"Terca resistencia"

La impugnación al recurso de apelación insiste en el hecho de que la intervención de los agentes de seguridad "se limita en el ejercicio de su función, en un primer momento, a la introducción de una persona en el vehículo policial (...)". Insiste en que la "terca y activa resistencia" de Juan Martínez Galdeano es lo que origina la respuesta de los agentes en cuanto al cumplimiento de sus obligaciones legales.

Arduán apela también a la espera de los informes técnicos que arrojen luz al fatal desenlace, si bien recuerda que los informes forenses señalan la existencia de una serie de concausas, entre las que se señalan el comportamiento y estado físico y psíquico del fallecido.

En relación con el estudio de la fractura del esternón, hace hincapié en que el propio Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses no descarta la resucitación cardiopulmonar como uno de los motivos de su fractura.

El escrito de impugnación concluye que ninguno de los agentes buscaba el final acontecido. "Desplegaron su actuación con la plena convicción de actuar en el estricto y legítimo cumplimiento de su deber, con riesgo personal para su propia integridad", remacha.