Los regantes del Vinalopó rechazan reunirse con los del Júcar para hablar del trasvase

A media que aumenta la tensión y el cruce de descalificaciones entre populares y socialistas por los posibles cambios de trazado en el trasvase Júcar-Vinalopó, crecen las discrepancias entre los regantes. Los del Vinalopó confirmaron ayer que no acudirán a una reunión que habían convocado los del Júcar para acercar posturas, ya que entienden que se trata "de una maniobra más de los antitrasvasistas". Las asociaciones AVA y la Unió criticaron ayer el "intervencionismo" y la "manipulación" de los diferentes partidos políticos en el tema del agua.

Cada día los regantes están más enfrentados y sus diferencias aumentan. José Pascual Fortea, presidente del Sindicato de Regantes de Sueca y miembro de la Unión Sindical de Usuarios del Júcar (USUJ) aseguró ayer que invitaron a los regantes del Vinalopó a visitar su cuenca con el objetivo de alcanzar "el máximo consenso" sobre el trazado del futuro trasvase, y que han rechazado venir. "Nosotros ya no les invitaremos más, si vienen serán bien recibidos, pero el tema se politizado tanto que ya no se puede hablar", dijo Fortea.

Sin embargo, el presidente de la Junta Central de Regantes del Vinalopó, Antonio Martínez, ofreció una versión distinta al asegurar que no habían sido invitados "ni oficial, ni extraoficialmente", aunque aceptó que dos miembros de su junta hablaron con los del Júcar sobre esta posible reunión. "La parte seria del USUJ no se ha puesto en contacto con nosotros", sentenció Martínez que considera que toda esta polémica es una "manipulación orquestada por un grupo extremista antitrasvasista" y advirtió de que ellos no van "a acrecentar esta manipulación". Así las cosas, de momento la reunión queda aplazada, y la brecha entre unos y otros aumenta.

Los que sí tienen previsto reunirse esta mañana en Valencia son los técnicos de la Unió de Llauradors y los de AVA-Asaja, cuyos máximos representantes, Joan Brusca y Cristóbal Aguado, respectivamente, se mostraron ayer "optimistas" para alcanzar el máximo consenso posible. No obstante, Brusca criticó "excesivo intervencionismo" de los partidos políticos, y Aguado dijo que "pese a la manipulación y las verdades a medias que se están diciendo" seguirán "trabajando responsablemente defendiendo a los agricultores".

Aunque desde Alicante, Eladio Aniorte, de Jóvenes Agricultores-Asaja, lanzó un jarro agua fría y vaticinó que "no es posible" un acuerdo entre las distintas partes para modificar parte del trazado del trasvase Júcar-Vinalopó, dado que, según su versión "se ha roto el pacto que se alcanzó hace ocho años para ejecutar el trazado original". Aniorte alzó la bandera del alicantinismo y, en declaraciones a Europa Press, señaló: "[Las asociaciones La Unió-Coag y AVA-Asaja de Valencia] se creen que representan a toda la Comunidad Valenciana, pero ellos representan a su provincia y nosotros a la nuestra", advirtió. Asimismo, lamentó que estos colectivos que "quieren un pacto del agua y se pliegan a las órdenes del PSOE", cuando "hace tan sólo unos meses todos estaban de acuerdo en el trazado original". A su juicio, los informes que ahora aportan los distintos colectivos agrícolas para defender posibles modificaciones del proyecto de trasvase "son estudios realizados por los antitrasvasistas", tales como el colectivo Xúquer Viu y "otros grupos catalanes".

Pero el tema del agua siguió ayer capitalizando el debate político. El portavoz adjunto del PSPV-PSOE en las Cortes Valencianas Andrés Perelló acusó al Consell, presidido por Francisco Camps, de "alimentar la guerra del agua en Alicante, sometiendo a los agricultores y a la ciudadanía a una presión política que supera con creces los límites de la decencia". A juicio del socialista, el PP se ha propuesto "dinamitar" cualquier acuerdo sobre el agua, "por puro interés partidista". Perelló acusó en un comunicado al PP de "dedicar todos sus esfuerzos a boicotear cualquier postura de acuerdo entre agricultores y regantes de la Comunidad Valenciana".

El portavoz adjunto socialista arremetió duramente contra el presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, Alacantí y Marina Baja, Andrés Martínez: "Desde todos los puntos de vista, resulta intolerable que Martínez, lejos de manifestar su voluntad de llegar a un acuerdo con los regantes de otras comarcas de la Comunidad Valenciana, y en concreto con los de la cuenca cedente, haya decidido convertirse en un bazoca en manos del PP para bombardear el esfuerzo que las principales organizaciones agrarias están haciendo por llevar la paz al agua", dijo.

Para Perelló, Martínez "colabora complacido con quienes quieren hacer saltar por los aires cualquier posibilidad de pacto por el agua".

Y desde las filas del PP, su secretaria general, Adela Pedrosa, denunció que la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, "intenta copiar con el Júcar-Vinalopó la estrategia que llevó a la paralización del trasvase del Ebro", ya que "con su política de obstáculos sólo persigue el agotamiento y el desgaste de los receptores de este trasvase con el objetivo de desterrarlo para siempre".

Pedrosa lamentó que Narbona "haya sentenciado ya el futuro del trasvase Júcar-Vinalopó al saltarse a la torera las voces de los valencianos y crear la confusión y la crispación" con la finalidad de "sacar a la Comunidad del mapa hídrico". La secretaria general del PP aseguró que su partido "no permitirá que Narbona vuelva a aplicar la política de la desertización en la Comunidad Valenciana" pues, aseguró, "fue Narbona precisamente quien sustituyó la solidaridad hídrica del Gobierno anterior por la conflictividad entre territorios y la autarquía, y quien ha decidido levantar murallas entre comunidades vecinas para pagar su peaje a grupos minoritarios a costa de la sed de muchos españoles".