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Reportaje:

Ladrillos atractivos

La presencia española en el sector inmobiliario representa el 11,1% del total de la inversión directa en el país vecino

La inversión española en el sector inmobiliario portugués representó el 11,1% del total de la inversión directa de España en el país vecino en 2004. En 2003 no había llegado al 1%. Este sector, que el año pasado truncó la tendencia global de desinversión nacional en el mercado luso, cautiva cada vez más a los empresarios españoles, que ven en Portugal un mercado más barato y con una buena rentabilidad de la inversión.

Los empresarios españoles ven en Portugal un mercado inmobiliario más barato y con una buena rentabilidad de la inversión
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"En los años noventa, los costes inmobiliarios eran equivalentes en ambos países o incluso más baratos en España. Pero en los últimos años existe la burbuja inmobiliaria en España, con crecimientos de precios anuales del orden del 30%. Y en el mismo periodo, la situación en Portugal es de crisis y aumentos de precios similares a la inflación [del 3,2% a finales de 2004].

En consecuencia, en Portugal existe una oferta no satisfecha por la demanda a precios muy inferiores a los actualmente practicados en España. Por eso habrá en los próximos años un crecimiento de la inversión española en este sector", afirma Guillermo de Llera, presidente de la Casa de España en Lisboa.

En el último salón inmobiliario de Madrid, en mayo pasado, Portugal fue el mercado protagonista a través de un acuerdo firmado con el Ayuntamiento de Lisboa para promocionar la capital lusa. En esa ocasión, los responsables de Knight Frank España confirmaron que Portugal es el mercado extranjero preferido por los empresarios españoles del sector, pese al creciente interés por países del Este europeo.

En Lisboa, Carlos Moedas, director general de Aguirre Newman Portugal, confirma el interés creciente de los inversores españoles por el sector inmobiliario luso. Y señala varias razones: la saturación del mercado español; el momento de crisis que se vive en el país vecino, que crea buenas oportunidades de negocio para empresas extranjeras; los bajos precios del terreno y de la vivienda comparados con España; una oferta diferenciada, con más calidad, en especial en habitaciones, para la clase media. Pero, sobre todo, destaca el favorable Index Property Database (IPD), un índice internacional que mide el retorno de la inversión inmobiliaria (considera la suma de las rentas y la valoración del capital). "Portugal tiene un comportamiento superior a la media europea y equivalente a otros mercados de referencia, lo que refuta la idea de crisis instalada". En 2004, el mercado inmobiliario portugués obtuvo un retorno global del 10,6% de la inversión. En España fue del 11,20%. La media europea se situó en el 8,76%.

Pero no son sólo los españoles quienes invierten cada vez más en el sector inmobiliario portugués. En los primeros dos meses de 2005, la inversión directa extranjera en este sector creció el 381% respecto al mismo periodo de 2003, según datos del Ministerio de Economía. "Las crisis inmobiliarias son cíclicas. Invertir ahora significa conseguir buenos beneficios más tarde", añade Moedas.

Estancamiento económico

Un informe del Servicio de Estudios del BBVA, al analizar la situación inmobiliaria en Portugal afirma que "será necesaria una clara recuperación en el mercado del trabajo para volver a permitir una recuperación significativa en la demanda de habitación, por lo que la expectativa para este año es que la demanda se mantenga relativamente baja". "El menor crecimiento económico y la difícil situación del mercado de trabajo durante los últimos años degradó, de forma significativa, no sólo la demanda de espacios productivos, como oficinas y superficies comerciales e industriales, sino también la demanda residencial. Y es que la economía está estancada desde 2002. El año pasado, el PIB aumentó un tímido 1% y el Banco de Portugal prevé un crecimiento para 2005 del 0,5%.

Pero este año las inversiones españolas en el sector inmobiliario portugués serán con seguridad superiores a 2004 debido a la finalización de la operación de compra del grupo Lusotur por Prasa (que incluye el resort Vilamoura, en Algarve) por 380 millones de euros. La empresa de Córdoba anunció que pretende invertir 750 millones de euros en los próximos 10 años en este proyecto. Otras noticias dan cuenta del desembarco de compañías españolas en este mercado en los últimos meses. Uno de los casos más comentados es el de Hercesa, que invertirá unos 330 millones de euros en una urbanización en las afueras de Lisboa. Las empresas españolas ya controlan un 30% del mercado portugués de la construcción.

El complejo de las Twin Towers de Lisboa, un proyecto ejecutado por la sociedad española Realia.
El complejo de las Twin Towers de Lisboa, un proyecto ejecutado por la sociedad española Realia.

Las compañías españolas aprenden a sortear la crisis

Las empresas españolas que operan en el mercado portugués parecen inmunes a la crisis que vive ese país en los últimos años. "Las 100 mayores empresas portuguesas de capital español facturaron en el último ejercicio 11.600 millones de euros, un 6% más que en 2003, duplicando la inflación y sorteando la crisis", explica Guillermo de Llera, presidente de la Casa de España en Lisboa y director de IF4 Processamento de Informações. "Y lo hicieron consiguiendo niveles de rentabilidad excelentes, superiores a las medias empresariales en España", añade. Este grupo de empresas creó 230 nuevos puestos de trabajo en 2004, elevando a 45.000 el total de sus trabajadores, en un contexto de aumento del desempleo en Portugal.

También Enrique Santos, presidente de la Cámara de Comercio e Industria Luso-Española (CCILE), confirma "los óptimos resultados de las empresas españolas en Portugal", que atribuye "a gestiones excelentes". Según un estudio de la CCILE, en los últimos seis años, las compañías españolas crearon 150.000 puestos de trabajo en Portugal.

La presencia española en la economía portuguesa es significativa en el sector bancario (el Santander controla un 15% de este mercado); textil y vestuario; distribución siderúrgica; inmobiliario y construcción, y vidrio de envase. Todos estos sectores están controlados al menos en un 20% por empresas españolas.

Un sector donde la inversión española deberá crecer en los próximos años es la energía. La apertura de este sector a empresas extranjeras, en el marco del mercado ibérico de electricidad, es una apuesta del nuevo Gobierno, que ya ha anunciado un nuevo concurso para atribuir licencias de generación de energía eólica. Iberdrola ya ha anunciado que se presentará al concurso. Esta empresa, la mayor representante española en el sector, controla un 4% de la petrolera Galp y un 5,7% de EDP y consiguió, en el último año, hacerse con el 12% del mercado liberalizado de electricidad.

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