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Reportaje:

El legado económico de Alan Greenspan

El presidente de la Fed dejará una economía que crece y con pleno empleo, pero con desequilibrios en las cuentas

Alan Greenspan vive sus últimos meses al frente de la Reserva Federal: si los planes se mantienen, en febrero próximo dejará la presidencia del banco central de EE UU, después de 18 años en el cargo, con la economía creciendo por encima del 3%, con el mercado laboral tocando el pleno empleo y con la inflación contenida. Pero no será todo agua de rosas para su sucesor, que asumirá el puesto con la mayor economía del planeta sufriendo también serios desequilibrios en sus cuentas domésticas y externas.

Greenspan deja un regalo a su sucesor, porque tendrá la capacidad para reducir tipos en caso de que se produzca un vuelco en la economía
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Los analistas coinciden al decir que Greenspan está teniendo "mucho éxito" a la hora de cumplir con su mandato: apoyar el crecimiento, mantener a raya la inflación y marchar hacia el pleno empleo. La actividad económica sigue expandiéndose en EE UU, por noveno trimestre consecutivo, por encima del 3% del PIB, al registrar un crecimiento medio en los seis primeros meses del año del 3,6%. Es un nivel que en Wall Street se considera sólido y saludable. Y la previsión para el tercer trimestre es que se alcance de nuevo la cota del 4%. "Se crece más de lo que se pensaba", advierte el banco UBS.

Otro de los elementos que pasarán al legado de Alan Greenspan al frente de la Reserva Federal (Fed) es que el alza en los precios se mantiene contenida, con tasa de inflación subyacente por encima del 2,2%. Y el paro se ha reducido, entretanto, al entorno del 5%, gracias a que en los últimos dos años se han creado casi cuatro millones de empleos en EE UU, más de los perdidos durante la recesión. El alza en el precio de la energía -esta semana, el barril de Tejas llegó a pagarse a 64 dólares-, la caída de la productividad y el incremento de los costes laborales, sin embargo, plantean un riesgo en el rendimiento de la economía.

Desde el American Enterprise Institute (AEI) se señala, en todo caso, que "la economía está absorbiendo el impacto del alza en el precio de los combustibles del 30% durante el último año". Uno de los motivos que explican esta situación es la adaptación de los consumidores estadounidenses a la nueva realidad, según el AEI, pero también porque el alza en la energía se está viendo ocultada por el boom en el sector inmobiliario, o de los créditos, como prefiere calificarlo Alan Greenspan. En cualquier caso, se calcula que el precio del petróleo está restando un punto porcentual al crecimiento.

El Economic Policy Institute (EPI), por su parte, pone en evidencia que el aumento de los costes laborales no tiene que ver con los salarios que se pagan en EE UU a los trabajadores. Es más, pone en evidencia que, en términos anuales, los sueldos subieron un 2,4%, el nivel más bajo desde 1982. "El aumento de la inflación es debido a otros factores, como el incremento del precio de la energía, y la única manera de que los empleados tienen de aumentar su poder de compra es trabajando más", remacha, a la vez que señala que la caída en el paro no se está traduciendo en "incremento de salarios".

A partir de todo esto, los economistas empiezan a ver el tipo neutral en EE UU entre el 3,5% y el 5,5%. La Fed ya se metió en esa banda al subir el martes los tipos por décima vez consecutiva otro cuarto de punto, alejándose así en un punto y medio del 2% de la zona euro. Desde Goldman Sachs advierten de que el proceso de subida de tipos irá más lejos de lo previsto y apuesta por el 5%. "La economía crece por encima de la media -y parece que lo hará aún más rápido- y el mercado laboral se está acercando al pleno empleo, lo que puede resultar en una mayor subida de los precios", explican.

Próximas subidas

Que la Fed llegará al 4% se da por hecho y de allí, quizá, al 4,5%. "¿Pero se irá más allá de eso?", se preguntan los analistas de Goldman. En Merrill Lynch cuentan con subidas de un cuarto de punto en las próximas tres reuniones antes de final de año. Greenspan dejará así un regalo a su sucesor, porque tendrá la capacidad para reducir tipos en caso de que se produzca un vuelco. UBS opina que antes habrá una pausa cuando se llegue al 4%. Y de haber recortes de tipos, los analistas coinciden en que no será antes de mediados de 2006.

Pero el éxito de Greenspan de mantener unas tasas de crecimiento y de inflación relativamente estables durante buena parte de su mandato contrasta con otros indicadores que ponen en evidencia que la economía está "inusualmente fuera de equilibrio", como señalan desde Goldman Sachs. El déficit exterior (5,7% del PIB en 2004) y fiscal (3,3% del PIB en 2004) son excepcionalmente altos. Y ahora se le suma un nuevo riesgo: el déficit financiero de las familias. Los bajos tipos de interés han potenciado la fiebre del gasto de los hogares y elevado la especulación en sectores como el inmobiliario, advierte Goldman.

El papel jugado por Alan Greenspan durante el boom de los valores tecnológicos a finales de los noventa ha sido muy criticado por los analistas, que le reprochan su incapacidad de reacción ante la crisis que se avecinaba. El mismo comentario vuelve a aflorar ahora, mirando hacia la espiral de precios en el mercado de la vivienda. La Fed empieza a hablar de burbujas regionales.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) comparte esta opinión al analizar la situación de la economía estadounidense y, como la Fed, evita hablar de un problema nacional. Goldman Sachs advierte, sin embargo, de que la Fed puede toparse con algunas dificultades si estallan las burbujas. Y el AEI señala que, para evitar una recesión, la Fed debe avanzar en la subida de tipos "de tal manera que enfríe el mercado inmobiliario sin congelarlo". "Mantener una fase de expansión sólida de la economía será difícil si verdaderamente quieren corregirse estos desequilibrios", remachan. "Si estallan y se desestabiliza la economía, la visión podrá estar en cuestión", concluyen en Wall Street

Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal.
Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal.EFE

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