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Reportaje:

Playas serenas en la misteriosa Cerdeña

La isla italiana se suma a los destinos populares gracias a los vuelos de bajo coste

Cerdeña es árida y misteriosa". Con esas palabras definen los sardos a su isla. Una tierra de pastores desde tiempos neolíticos que hoy se conoce por ser destino de vacaciones de ricos y poderosos. Silvio Berlusconi, sin ir más lejos, es propietario de unas miles de hectáreas en el noreste de la isla, la famosa Costa Esmeralda, donde Il Cavaliere tiene su fastuosa residencia de verano.

La Costa Esmeralda, un proyecto del príncipe Kamir Aga Jan de los años setenta, es famosa por el color del agua de sus calas, en contraste con ásperos acantilados de granito; también por ser centro de reunión de top models y futbolistas de élite, clientes habituales del local Billionaire, propiedad de Flavio Briatore. Si el bolsillo permite costearse unas vacaciones prohibitivas, a cambio de ver paparazzis y vips internacionales en vivo, y de darse un baño en playas de aguas clarísimas, o en archipiélagos incontaminados, como el de la Magdalena, donde está enterrado Giuseppe Garibaldi, la Costa Esmeralda es el lugar adecuado.

Alghero es la ciudad más española de Cerdeña, la única que mantiene vivo el vínculo con los invasores ibéricos. Recuerda a las ciudades amuralladas de las Baleares, como Ciutadella, en Menorca. La construyeron los genoveses, quienes levantaron allí en el siglo XIII una fortaleza
Piscinas es un lugar insólito y de difícil acceso. Pese a las encinas y enebros que bordean el camino, todo lleva a pensar que estás adentrándote en el desierto en lugar de dirigirte hacia el mar

Para el resto de los mortales, y para quien quiera conocer la otra Cerdeña, la isla ofrece itinerarios que combinan días en playas donde empaparse de la placidez del verano con visitas a yacimientos arqueológicos y excursiones a centros urbanos como Alghero y Cagliari, la capital; también a poblaciones rurales del interior, donde aún pervive la sardità, es decir, la esencia de la tradición sarda.

1 Cagliari y la costa sur

La capital, Cagliari, a la que los romanos llamaron Karalis (ciudad rocosa), está situada en el golfo de los Ángeles, en la costa sureste, un enclave estratégico del mar Mediterráneo que hace de su puerto el principal de la isla. La ubicación geográfica, en medio del golfo, y la herencia que han ido dejando los diferentes conquistadores a lo largo de la historia son el principal atractivo de esta ciudad, donde a partir de la década de los sesenta las construcciones modernas han crecido sin mucha coherencia.

Domina el centro histórico el antiguo barrio amurallado de Castello, embrión de la futura Cagliari. Allí han dejado una huella notable los aragoneses y españoles, quienes gobernaron la isla durante 400 años: desde 1296 hasta la firma del Tratado de La Haya, en 1717, cuando Cerdeña pasa a la Casa de Saboya. La influencia española es palpable en las fiestas populares, la lengua (el sardo es la única reconocida como tal en Italia, aparte del italiano) y la cocina. De hecho, el cochinillo asado (porceddu) es el plato típico de los eventos y banquetes familiares.

En Cagliari, al visitante español le resultará familiar el ambiente y también la arquitectura de los populares barrios que se alzan a los pies de Castello, con sus casas de balcones de hierro típicamente españoles, como las del popular barrio de Vilanova y del porteño de la Marina. Es aconsejable darse una vuelta de buena mañana por el mercado de pescado de San Benedetto.

Sin salir del centro se pueden visitar vestigios de la intrincada historia de la isla: el bien conservado anfiteatro romano; murallas y torres medievales pisanas, como las del Elefante y San Pancracio de Castello, o fortificaciones piamontesas de los siglos XVIII y principios del XIX.

El Museo Arqueológico Nacional, que se encuentra dentro de la moderna Citadella dei Musei, en Castello, conserva abundantes restos de los primeros moradores sardos: los nuraghe, una cultura prehistórica cuyas torres circulares de piedra seca, nuraghi, son hoy parte integrante del paisaje de la isla, como lo son el maquis, las montañas ásperas y rocosas de la costa y el interior, y el pino mediterráneo, el enebro y el mirto. Con las bayas de este último se hace un típico licor. No muy lejos de Cagliari, a unos 40 kilómetros, en la localidad de Burimi, se puede visitar la fortaleza nuraghe más grande de Cerdeña: Su Nuraxi.

La isla tiene más de 2.000 kilómetros de costa y el número de playas y calas supera los tres centenares. La más animada es sin duda la de la capital: el Poetto. A lo largo de sus nueve kilómetros se reparten numerosos chiringuitos. Ideal para la noche, hay conciertos en vivo y resulta un buen sitio para entrar en contacto con los cagliaritanos, gente muy hospitalaria (la hospitalidad es sagrada para los sardos, casi una cuestión de honor) y por lo general muy abierta si se compara con las zonas del interior. En el Poetto abundan los restaurantes donde probar dos pastas exquisitas: a la bottarga (cecina de huevos de róbalo) y la de erizos, ambas especialidades de la isla.

Otra característica del paisaje sardo son las marismas, frecuentadas por una gran cantidad de aves migratorias. Los flamencos han hecho de ellas su residencia permanente. Es habitual ver grupos de estos elegantes animales, a los que los sardos llaman sa zente rubbia (el pueblo rojo), volar en formación por el cielo.

2 La bahía de Chia

Los capitalinos tienen su casa de verano en la costa suroeste, al mismo tiempo lugar de veraneo de continentales. De esta zona destaca la reserva natural del cabo Carbonara, en Villasimius, y el Spiaggione (el playazo) de Costa Rei, donde incluso en agosto se pueden encontrar zonas casi desiertas, pues la mayoría de los bañistas se concentran en el trecho de playa que cuenta con servicios de alquiler de tumbonas, tablas de surf y catamaranes.

Un lugar altamente recomendable de la costa sur es la bahía de Chia, a unos 60 kilómetros de la capital. En el camino hay lugares de interés, como los restos de la ciudad púnica de Nora, a orillas del mar. La torre de Chia domina las limpísimas playas de la bahía, playas de dunas de arena blanca y fina. Se alza sobre una colina donde se encuentran los restos de Bithia, una de las ciudades más importantes de la Cerdeña cartaginesa.

3 La Costa Verde

Situada al suroeste de Cerdeña, la llamada Costa Verde sigue siendo un litoral salvaje de playas vírgenes, destinado hasta no hace muchos años a la industria minera. Hoy, las minas están paradas, pero toda la zona conserva estos singulares yacimientos de arqueología industrial, ubicados en plena naturaleza, que han dado lugar al llamado Parque Geominero de Cerdeña, reconocido por la Unesco como patrimonio cultural de la humanidad. Merece una visita la fábrica de plomo y zinc de Montevecchio, el máximo ejemplo de la Cerdeña minera.

Piscinas es un lugar insólito, y a pesar de ser muy caluroso en verano y de su difícil acceso, vale la pena llegar hasta esta playa. Resulta aconsejable disponer de un buen mapa de carreteras para moverse por la isla, que dé cuenta de las llamadas strade bianche o pistas de arena, como la que lleva a Piscinas. Antes de tomar la pista hay que recorrer varios kilómetros por la típica y tortuosa carretera sarda de curvas cerradas, hasta la mina de Ingurtosu, un antiguo burgo minero hoy en estado de abandono, dominado por un impresionante y fantasmagórico edificio de finales del siglo XIX.

Allí comienza la pista, de siete kilómetros, a lo largo de construcciones mineras abandonadas que evocan el Far West. A pesar de las encinas y enebros que bordean el camino, y del maquis que se observa en el horizonte, todo lleva a pensar que estás adentrándote en el desierto en lugar de dirigirte hacia el mar.

La llegada a la playa, espectacular, de 11 kilómetros de largo y completamente virgen, produce una gran satisfacción. A excepción del hotel, no hay ninguna otra construcción. Las dunas móviles frente al mar pueden alcanzar los 50 metros de altura, y, como sucede en los desiertos, es el viento quien se encarga de modelar el paisaje a su antojo.

La Costa Verde ofrece otros recorridos y visitas a monumentos arqueológicos, como el templo de Antas, en la localidad de Flumminimaggiore, no lejos de Piscinas. Un enclave de culto para diferentes pueblos, desde los nuraghe hasta los romanos, quienes lo dedicaron al Sardus Pater, dios y creador de los sardos. Por desgracia, el paisaje de maquis mediterráneo que hoy se contempla desde el templo está muy lejos de los frondosos bosques de encinas que, al parecer, divisaban desde aquí los antiguos. Dicen los sardos que Venecia se construyó con la madera de sus árboles.

4 La isla de Carloforte

De todos los archipiélagos que rodean la isla-madre por los cuatro costados, la isla de Carloforte es la quecuenta con mayor personalidad e historia. También llamada isla de San Pedro, mantiene una estrecha relación con Génova, pues en el siglo XVIII el rey Carlo Emmanuele III se la entregó a una comunidad de pescadores de coral ligures. La islita es una joya del Mediterráneo, con sus casas pintadas de diferentes y alegres colores, bares muy cuidados, restaurantes de buena cocina enfrente del puerto y acogedoras plazas que se desperezan cuando cae el sol.

5 Alghero

Alghero es la ciudad más española de Cerdeña, la única que mantiene vivo el vínculo con los invasores ibéricos. Recuerda a las ciudades amuralladas de las Baleares, como Ciutadella, en Menorca. La construyeron los genoveses, quienes levantaron allí una fortaleza en el siglo XIII. A mitad del siglo XIV pasó a la Corona de Aragón, y a partir de entonces, y durante todo el siglo siguiente, acogió a numerosos emigrantes catalanes. Desde entonces mantiene una relación muy estrecha con Cataluña. En la carta de los restaurantes es habitual encontrar recetas catalanas y hay quien la llama la "pequeña Barcelona". En el recientemente restaurado centro histórico de Alghero abundan ejemplos de arquitectura de influencia catalana, como el convento de San Francesco, en cuyo claustro se celebran conciertos en verano, o la catedral de Santa María, de estilo gótico tardío.

Al atardecer es aconsejable dar un paseo por la muralla que separa la ciudad del mar. Hay muchos bares y terrazas para tomar el aperitivo, como el Café Constantino; el Café Latino, ideal para tomar una copa después de cenar, o El Girasol, donde preparan buenos cócteles.

En el corazón de la ciudad, la plaza Cívica o Plaça del Poul Vel, se encuentran los edificios históricos de mayor prestigio, como el Palau Lavagna o el palacio Albis. El último sábado del mes la plaza se convierte en un selecto mercado de antigüedades. Otro lugar para ir de compras es la céntrica Via Roma. Allí se concentran las tiendas más sofisticadas de la ciudad, como la del diseñador sardo Antonio Marras. En la Piazza Sulis, otro punto neurálgico del centro, se alza una de las torres de la muralla, la Dell'Esperò Real. Durante el verano tiene lugar el Festivalalguer, con un interesante programa de conciertos.

6 Supramonte, la Cerdeña central

Supramonte es el nombre que recibe la cadena montañosa del interior de la isla, donde los inviernos son muy fríos y los veranos calurosos. El pico más alto, el del monte Corrasi (Oliena), alcanza los 1.463 metros. Se considera al Supramonte el bastión de la cultura tradicional sarda y el reino de los pastores. El paisaje se presenta salpicado de refugios pastoriles, sos pinettos, construidos en piedra y ramas de enebro. La ciudad de Nuoro, de escaso interés turístico, es la capital de la provincia de Barbagia, corazón de la Cerdeña central y un activo centro de la cultura sarda. Allí nació la escritora y premio Nobel Grazia Deledda.

Se cita como característica de los habitantes de esta zona cierta desconfianza, unida a un sentimiento de orgullo por haber huido del yugo de los invasores en el pasado hasta estas tierras yermas. En el interior pervive en ocasiones el ojo por ojo, diente por diente entre familias enemigas, y, por desgracia, la zona es famosa en Italia por los secuestros y el llamado banditismo.

Desde Nuoro se puede visitar el pueblo de pastores de Orgosolo, cuya singularidad es que la mayoría de sus paredes están cubiertas de pinturas murales, con mensajes políticos contra la corrupción, el capital y el Estado. A pocos kilómetros se encuentra la pequeña localidad de Mamoiada, donde en febrero se celebra un carnaval de raíces ancestrales: Ses Mamuthones. Durante todo el año se puede visitar el Museo de las Máscaras, de gran interés antropológico, que da cuenta de estas tradiciones populares que nos han llegado milagrosamente intactas.

En el interior, el turista dispone de una buena oferta de hoteles rurales donde probar la cocina sarda tradicional, en la que aún hoy se usan los ingredientes originales. Una de las especialidades es la carne de oveja. Merece la pena probar los quesos hechos en casa. Son una delicia, y muy variados. Y también el prestigioso vino de la zona: el cannonau.

7 Tiscali

Por su curioso emplazamiento, en las profundidades de una sima del monte de Tiscali, este poblado nuraghe es el yacimiento arqueológico más interesante de la isla. El acceso es verdaderamente difícil (implica cuatro horas de subida por las escarpadas montañas), por lo que es aconsejable inscribirse en una excursión organizada.

Bañistas entre las rocas blancas de  la  cala Mariolu, en el parque nacional del Golfo de Orosei,  al este de la isla de Cerdeña.
Bañistas entre las rocas blancas de la cala Mariolu, en el parque nacional del Golfo de Orosei, al este de la isla de Cerdeña.MASSIMO RIPANI
Un par de turistas divisan el horizonte desde el insólito extremo rocoso del cabo d'Orso, en el noreste de la isla.
Un par de turistas divisan el horizonte desde el insólito extremo rocoso del cabo d'Orso, en el noreste de la isla.HERMAN ERBER

NO SÓLO PARA PRIVILEGIADOS

CERDEÑA HA DEJADO de ser un destino caro y exclusivo vetado para el turismo medio. Ahora que empresas de vuelos de bajo coste han incluido la isla entre sus ofertas, ya no hay excusa:Ryanair (www.ryanair.com) vuela a diario desde Girona a Alghero, la ciudad con mayor influencia de la cultura catalana, desde 207 euros, todo incluido. Compañías españolas como Iberia (www.iberia.com;902 400 500) también ofrecen vuelos económicos a la capital, Cagliari, todos los fines de semana desde Madrid con escala en Barcelona, a partir de 129 euros más 32 euros de gastos de emisión. Desde Barcelona, a partir de 104 euros.En Internet proliferan los paquetes de viaje a Cerdeña por una semana, recorriendo la mayor parte de la isla o bien recreándose en la famosa Costa Esmeralda. Last Minute (www.es.lastminute.com) promociona en agosto unas vacaciones de siete noches en hoteles de cuatro estrellas, en régimen de alojamiento y desayuno, a partir de 802 euros con salida desde Barcelona, y 827 desde Madrid. Empresas mayoristas como Iberojet (www.iberojet.es) incluyen Cerdeña entre sus destinos estrella, con ofertas de siete noches a partir de 753 euros. Catai (www.catai.es) combina avión, coche y hotel para recorrer la isla durante ocho días a partir de 1.483 euros dos personas.

GUÍA PRÁCTICA

Prefijo telefónico- 00 39.

Información- Ente Sardo de Industrias Turísticas (ESIT; www.esit.net; 800 01 31 53).- Oficina de turismo de Cagliari (www.regione.sardegna.it/eptca; 070 60 42 41).- Oficina de turismo de Alghero (www.infoalghero.it; 079 97 90 54).Dormir - Casa Ary (www.casaary.com; 070 65 72 99). Via Roma, 93. Cagliari. Decorado con mucho gusto, frente al puerto. Bed & breakfast (alojamiento y desayuno) en habitación doble, unos 60 euros.- Sardinia Domus (www.sardiniadomus.it; 070 65 97 83). Largo Carlo Felice, 26. Cagliari. Habitación doble en régimen de alojamiento y desayuno, 70 euros.- Sciopadroxiu (www.campingsciopadroxiu.com; 34 97 70 79 38). Piscinas. Bungaló para dos personas, 40 euros. A dos kilómetros de la playa, cuenta con un restaurante con comida exquisita.- Le Dune (070 97 71 30; www.leduneingurtosu.it). En Piscinas, a unos cien metros del mar. Ocupa un viejo edificio minero reconstruido. Un auténtico oasis en medio del desierto. Habitación doble con pensión completa, desde 122 euros en verano.- Salondra (079 91 71 59). Regione Salondra, 63. En Alghero. Se alquilan ocho miniapartamentos a partir de 100 euros por persona. Está en medio de un olivar y tiene piscina.Comer- Al Tuguri (www.altuguri.it; 079 97 67 72). Via Mallorca, 113. En Alghero. Especialidad en cocina catalana. Unos 34 euros.- La Lepanto (079 97 91 16). Via Carlo Alberto, 135. En Alghero. El más sofisticado. Especialidad en langosta. Unos 35 euros. - Pizzería Bella Napoli (079 98 30 14). Piazza Civica, 29. Alghero. La mejor pizza. Unos 15 euros.- Antica Vinería Italiana (070 65 14 59). Viale Trieste, 24. En Cagliari. Vinos de la isla y cuscús a la carlofortina. Unos 30 euros.- Quinto Senso (070 68 21 24). Via Eleonora d'Arborea, 53. Cagliari.Combina la cocina tradicional sarda con la creativa. De 25 a 30 euros.- S'Apposentu (www.sapposentu.it; 070 40 82 315). Via Sant Alenixedda-Teatro Lírico de Cagliari. Menú degustación de cocina sarda, 48 euros, a cargo de Roberto Petza, reputado chef internacional.Deporte y ocio- Asociación Promoserapis (33 55 31 41 98) organiza excursiones por la Costa Verde.- Obiettivo Natura (33 88 30 13 11). Excursiones a pie y en coche por Alghero. Adultos, 26 euros; niños, 16.- Aquatica (07 99 89 20 01). Salidas en velero por la costa. En Alghero.

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