El PNV reprocha a Batasuna el acoso a tres de sus ediles en Lekeitio
El PNV denunció ayer las "amenazas y coacciones" que tres de sus concejales en Lekeitio, así como otro de EA, están sufriendo por parte de miembros de la izquierda abertzale, que les exigen su dimisión. Las presiones vienen ocurriendo desde las elecciones municipales de 2003 y se ven notablemente incrementados durante los meses de agosto, algo que ha ocurrido este verano también.
Los destinatarios principales de la campaña de la ilegalizada Batasuna y la plataforma electoral que intentó sustituirla en los últimos comicios locales son tres de los ocho ediles del PNV en Lekeitio y uno de los cuatro de EA. En varias ocasiones han aparecido en la localidad costera vizcaína carteles con sus nombres, apellidos y fotos tachándoles de "lapurrak" (ladrones), así como pintadas y pancartas. "Nos acusan de ser usurpadores de unos asientos que, supuestamente, en relación a los votos nulos que se obtuvieron en aquellas elecciones, les corresponden a ellos, y solicitan la dimisión de nuestros concejales para ocupar eso puestos", ha explicado la presidenta de la Junta Municipal del PNV en Lekeitio, Jasone Agirre.
Pese a manifestarse contraria a la Ley de Partidos, Agirre responsabiliza a la organización de Batasuna de la localidad de no haber configurado una lista electoral que permitiera sortear las consecuencias de la ilegalización, como sí consiguió en los municipios vizcaínos de Durango, Amorebieta, Otxandio o Aulesti, donde el Tribunal Supremo sí admitió listas presentadas por plataformas abertzales. "Ellos tomaron una determinación y quieren que la consecuencia la paguemos nosotros ", criticó la responsable local del PNV.
Moción en Getxo
Por otro lado, el portavoz del PSE en Getxo, Luis Almansa, se solidarizó ayer con la presidenta del PP vasco, María San Gil, por "las agresiones verbales" que sufrió el miércoles cuando acudió al mercado de San Lorenzo del barrio getxotarra de Algorta y consideró "intolerable" que el alcalde, el peneuvista Iñaki Zarraoa, restase gravedad a lo sucedido calificándolo de "crítica política".
En un comunicado, Almansa consideró una actitud "impropia en un alcalde democrático" que Zarraoa reste importancia a los insultos que se lanzaron a San Gil y opina que con ello "vuelve a demostrar que está más cerca de los violentos que de las víctimas".
No obstante, Almansa pide al PP "que no se equivoque de adversario" y deje de utilizar la moción de censura que ha anunciado contra Zarraoa para atacar al PSE. "Estamos en la misma situación que ellos en Getxo, en la oposición y enfrentados al alcalde", indica Almansa, quien recomienda a los populares a que dirijan sus esfuerzos a convencer a Ezker Batua, cuyo único concejal es decisivo para que triunfe o fracase la moción y ya ha anunciado que no la respaldará.
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