Metro de Sevilla prevé que la tuneladora acabe en año y medio la obra "más delicada"

El grupo de empresas que construye la primera línea de metro de Sevilla comenzó las obras en febrero del año pasado, pero hasta ayer no acometió la fase "más delicada", según enfatizó la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez. Tras una espera de más de siete meses, la tuneladora de Metro de Sevilla comenzó a excavar el primero de los dos túneles, de 2,4 kilómetros, con los que la línea 1 salvará el canal del Guadalquivir para conectar con el centro. La primera estimación de Metro de Sevilla es que los túneles tardarán casi año y medio en construirse.

El contrato de adjudicación a la unión temporal de empresas encabezada por Dragados y Sacyr, por 428 millones de euros, preveía junio de 2006 como fecha de finalización de los 20 kilómetros de la línea 1 (Dos Hermanas-zona centro-Aljarafe). Pero el retraso en acometer los túneles bajo el canal del Guadalquivir hace ya imposible acabar en los plazos previstos. Un retraso que, en parte, se debe a las exigencias de la Consejería de Obras Públicas para aplicar un sistema de construcción lo más seguro posible tras el derrumbe que ocurrió en el barrio barcelonés de El Carmelo en unas obras de metro.

"Lo primero es la seguridad de vecinos y trabajadores, lo segundo la calidad de la obra, y después los plazos", recalcó ayer la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez quien advirtió de que "no va a haber presiones" a las constructoras para que aceleren las obras, menos aún en esta fase que tildó de "especialmente importante y delicada". Las afirmaciones de la consejera contrastan con las manifestaciones del alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, que en los últimos días ha mostrados su confianza en que la empresa "recupere tiempo".

El alcalde, que pulsó junto a la consejera y el director de Metro de Sevilla, Ricardo Álvarez, el botón que ponía en marcha la tuneladora en el acto oficial, reiteró su petición, aunque suavizó las formas: "Espero que se llegue cuanto antes a la realidad hermosa que es el metro de Sevilla". A su lado, la consejera dijo "entender" el interés del alcalde y también lo hizo suyo, pero rehusó meter prisas a la constructora. "La seguridad es la prioridad", afirmó, "yo soy la responsable de las obra y aguanto las críticas porque es mi responsabilidad".

Los responsables técnicos de Metro de Sevilla eludieron ayer fijar una fecha para el final de los dos túneles pero sí aventuraron una primera estimación. "Con una media de 15 metros por día, se pueden haber excavado en unos 16 meses", indicó el gerente de Metro de Sevilla, Juan Antonio Marín, quien no descartó alcanzar ritmos mayores, pero tampoco que cualquier incidencia retrase aún más la obra.

La puesta en marcha de la tuneladora, adquirida hace un año por Metro de Sevilla, a la empresa canadiense Lovat por 9 millones de euros, fue recibida con alivio por los vecinos y comerciantes del barrio de Los Remedios, cuya principal arteria (la calle República Argentina) lleva más de un año cerrada. La tuneladora ha sido especialmente diseñada para excavar en terrenos blandos, habida cuenta de que los túneles pasarán sólo a una docena de metros de profundidad por debajo del lecho del canal del Guadalquivir. Las filtraciones de agua fueron las causantes de dos socavones en la zona de obra y también el obstáculo insalvable para el fracasado proyecto de metro de los años ochenta. La tecnología de la tuneladora le permite mantener estable la presión sobre el túnel aún cuando cambios en la densidad de las arcillas la alteren y, además, se inyectará hormigón desde una barcaza por debajo del canal para evitar, con una losa de 120 metros de longitud y 52 de ancho, que las vibraciones de la excavación originen filtraciones.

El gerente de Metro de Sevilla indicó que durante los dos primeros meses se avanzará a una media de 7 metros diarios para comprobar el rendimiento de la tuneladora. Por cada metro que excave, se sacarán cuatro camiones de tierra, que se trasladarán al exterior a través de una cinta transportadora y unos vagones. La tuneladora, que irá colocando de forma mecánica un anillo de dovelas para fijar el túnel, conectará en la estación de San Bernardo con los construidos en los años ochenta. Una vez finalizado el primer túnel, se desmontará la máquina y volverá a armarse en el barrio de Los Remedios para comenzar el segundo.