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Crónica:FÚTBOL | Copa Intertoto
Crónica
Texto informativo con interpretación

El Deportivo recobra la energía

A la espera del delantero pedido por Caparrós, los jóvenes se encargan de doblegar al Marsella

Xosé Hermida

Tristán y Luque esperan la visita de las musas. Y el entrenador del Deportivo, Joaquín Caparrós, espera por ellos y por el presidente, Augusto César Lendoiro, a quien ha pedido que le compre un delantero. Y mientras todos aguardan, ahí están los chicos, a los que Caparrós prodiga gestos de confianza. Dos de ellos, Rubén Castro, repescado del Albacete, e Iván Carril, un zurdo de la cantera, tumbaron anoche al Marsella y situaron al Depor a un paso de ganar la Intertoto.

Son los mismos de siempre, pero con otro plan y, sobre todo, con otra determinación. El Depor ha pasado de la parsimonia a la ansiedad, de rumiar el juego desganadamente a acometer con rabia al rival. El discurso de Caparrós parece haber tenido un efecto hipnótico en sus futbolistas, que se han entregado con fe de conversos. Ahora el Depor es un equipo con mucho vigor. También con poco juego, pero es que el año pasado no tenía ni una cosa ni la otra. A la espera de que el nuevo credo se vaya asentando, por ahora se puede decir que, al menos, ha dado cierta vidilla a un equipo que languidecía con desidia.

DEPORTIVO 2 - O. MARSELLA 0

Deportivo: Molina; Manuel Pablo, Andrade, Juanma, Romero; Víctor, Duscher (Scaloni m. 71), Sergio, Luque (Iván Carril m. 71); Tristán (Valerón m. 67) y Rubén.

Marsella: Carasso; Ferreira, Dèhu, Nakata, Taiwo; Ribery (Koke m. 79), N'Diaye, Delfim (Batlles m. 74), Oruma; Niang y Mendoza (Nasri m. 46).

Goles: 1-0. M. 67. Rubén, a centro de Luque. 2-0. M. 86. Iván Carril.

Árbitro: Jaroslav Jara (checo). Amonestó a Ferreira, Sergio y Ribery.

Unos 17.000 espectadores en Riazor. Ida de una de las finales de Copa Intertoto.

Contra el Marsella, como antes frente el Newcastle, el Depor fue un equipo enérgico, animoso y esforzado, nada que ver con el cuadro depresivo de hace un par de meses. Pero el fútbol no se acaba en eso. Al Depor le faltaron otras cosas, más relacionadas con la creatividad y la inspiración de los futbolistas. Y su impetuosa puesta en escena se atascó ante un rival bien organizado, sin más aspiraciones que administrar el resultado para la vuelta. Hasta que en la segunda parte se le puso el marcador en contra, lo más que se permitió el Marsella fue algún contragolpe.

Aunque el Depor presionó mucho más en la primera parte, el soplo de frescura que animó su juego tampoco ofreció resultados prácticos. Lo mejor del equipo de Caparrós en la primera parte fue también un contragolpe, magnífico por la velocidad y precisión con que lo interpretaron sus actores, Tristán, Romero y Rubén, a quien sólo le faltó culminar ante el portero francés. Tras el descanso, el Depor empezó a aflojar, desgastado ante la consistencia del Marsella. Hasta que los franceses cometieron un error, que esta vez sí aprovechó Rubén. Y cuando quisieron arreglar el desperfecto, llegó el contragolpe culminado por Iván Carril que sitúa al Depor muy cerca del regreso a Europa.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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