A vueltas con la Constitución iraquí
Jefes de todos los grupos políticos iraquíes se reunieron ayer en un nuevo intento de desbloquear el borrador de la Constitución iraquí, que debería presentarse al Parlamento el próximo 15 de agosto. El presidente de Irak, Jalal Talabani, acogió el encuentro en su propia residencia y anunció que se celebrarán tantas reuniones como sean necesarias para llegar a un consenso.
Los dirigentes políticos, que representan a la población chií, suní y kurda, deben resolver al menos 18 puntos de divergencia. Los más importantes son la creación de regiones federales autónomas, demandada por los kurdos y rechazada por los suníes (grupo minoritario que gobernó Irak con Sadam Husein), y el papel del islam en la futura legislación. El embajador de EE UU en Irak, Zalmay Khalilzad, ha dejado claro que la igualdad de la mujer y los derechos de las minorías étnicas y religiosas no son negociables.
Mientras tanto, en nuevos episodios de violencia, un terrorista suicida mató a dos policías iraquíes e hirió a otros 12 en Tikrit, al norte del país, y un marine estadounidense murió víctima de un coche bomba cerca de Faluya, al oeste de Bagdad.
