El dividendo vuelve a ser el rey
Las compañías del Ibex 35 repartirán este año el 45,41% de sus beneficios entre sus accionistas a través del cupón
Los dividendos volverán a ser el instrumento preferido por las grandes empresas cotizadas para premiar a sus accionistas. Para este año, se estima que su rentabilidad media sea del 3,25%, frente al 2,82% de 2004. Los expertos presagian una continuidad de la situación mientras los tipos sigan bajos y las cuentas de resultados empresariales sigan manteniendo su buena salud.
Iberia proporcionará una rentabilidad por dividendo del 7% este año, la más alta del Ibex 35, que se situará como promedio en el 3,25%
Los accionistas de las grandes compañías cotizadas españolas cortarán este año más cupones que el pasado para cobrar sus dividendos. Las compañías del Ibex 35 devolverán como promedio el 45,41% de su beneficio neto a los inversores. Todo un salto respecto al exiguo 33,26% de 2001 y que confirma una tendencia que se inició tras el estallido de la burbuja bursátil en 2000.
El año pasado, las empresas cotizadas en la Bolsa de Madrid pagaron dividendos por un total de 11.485.56 millones de euros, un 22% más que en 2003, pero nada menos que un 64% más que en 2000, según datos del mercado de valores madrileño. Este año, tan sólo entre enero y junio, se han pagado dividendos por importe de 8.662,16 millones de euros.
Toda una prueba de cómo ha cambiado el sentir en los mercados. "Durante la pasada década se premiaba a las empresas que retenían beneficios y los empleaban en la financiación de sus planes de expansión latinoamericana. Todo lo que significase asumir nuevos riesgos y ampliar miras en otras geografías era bienvenido", señala la sociedad de Bolsa Renta 4. Por el contrario, los mercados penalizaban duramente a las compañías más defensivas y que optaban por seguir compartiendo cada año una parte de sus cuentas de resultados con los accionistas.
Cambio de tornas
Ahora las tornas han cambiado. En un entorno de tipos de interés bajísimos, si las empresas quieren competir con otros instrumentos de inversión, no tienen más remedio que aumentar sus dividendos. La óptima situación de las cuentas de resultados de las empresas es un argumento más a favor del reparto de efectivo. Los beneficios no dejan de crecer, gracias al tirón de los ingresos, pero también a la caída de la carga financiera de las empresas, que ha favorecido el abaratamiento del dinero. "Si baja el endeudamiento y sube la caja, es más fácil ser generoso con el dividendo", dice Renta 4. El beneficio medio de las 30 compañías del Ibex 35 que habían presentado sus cifras semestrales a finales de julio creció un 42%.
Eléctricas y bancos son, tradicionalmente, los sectores más apegados al pago de dividendos. No interrumpieron su costumbre ni siquiera durante la pasada década, cuando las compañías tecnológicas y de Internet convencieron a los inversores de que no debían esperar que el premio les llegara por la vía del dividendo -muchas de las compañías que se engancharon al delirio cibernáutico estaban en números rojos-, sino por la revalorización de sus títulos en Bolsa. Telefónica fue un caso paradigmático en España. La compañía dejó de pagar dividendos en 1998 por decisión de su entonces consejero delegado, Juan Villalonga, para convertirse en un "valor de crecimiento". La nueva dirección de César Alierta decidió una vuelta a la tradición, y en 2002 la compañía volvió a repartir dividendos con una generosidad superior a la media del Ibex 35. Entre 2002 y 2004, reembolsó a sus accionistas más del 70% de los beneficios obtenidos. Este año se estima que repartirá el 65,36% de sus resultados. TPI-Páginas Amarillas, filial de directorios de Telefónica, ha ido aún más lejos, al pasar de repartir el 56,44% de su beneficio neto en 2001 al 95,41% que se estima pagará en 2005.
No han sido las únicas compañías que han apostado por el dividendo. FCC repartirá este año un 47% de su beneficio, frente al 26,11% de hace cinco años. Pero la compañía que se lleva la palma es Iberia, que a finales de julio decidió repartir un dividendo extraordinario de 30 céntimos por acción, que se sumó a otro pago ordinario de cinco céntimos anterior. Como resultado, la aerolínea proporcionará a sus accionistas este año una rentabilidad por dividendo neta del 7%, la mayor del Ibex 35.
Javier Bernat, analista de Caja Madrid Bolsa, apunta otra razón de peso que explica la nueva tendencia. "Muchos fondos de inversión han adoptado la rentabilidad por dividendo un criterio de inversión, puesto que, dados los bajos tipos de interés, no hay rentabilidades comparables". La banca es un buen ejemplo. Su rentabilidad por dividendo histórica se ha mantenido en torno al 5%, frente a un precio del dinero del 2% en Europa, cercenado, además, por una tasa de inflación en torno al 3%.
El pago de dividendos no es la única modalidad de retribución al accionista que usan las compañías españolas. Otras alternativas -o complementos al dividendo- son las ampliaciones de capital liberadas y las reducciones de nominal con devolución de aportaciones a los inversores. Esta última modalidad es fiscalmente muy interesante para los accionistas ya que, a diferencia del dividendo, que implica una retención en origen del 15%, el reembolso de capital sólo sufre la sustracción del 1%, ya que se considera, a efectos tributarios, beneficio que ya ha sido gravado a través del impuesto de sociedades. Bankinter durante la pasada década, y Banesto en la actualidad, han adoptado progamas de devolución de aportaciones mediante la reducción de nominal.
Las compañías españolas parecen preferir devolver aportaciones mediante el reembolso de primas de emisión. Este año, las empresas cotizadas han pagado 2.757,23 millones de dólares por este concepto en los seis primeros meses del año, más que en todo 2004, cuando este parámetro se situó en 2.477,28 millones de dólares. Cuatro años antes, sólo se devolvieron primas por importe de 51,23 millones de euros. Por el contrario, las empresas son más reacias a tocar su cifra de capital social y este año han reducido el nominal de sus acciones, otra forma de devolver aportaciones, por importe de tan sólo 222,19 millones de dólares en los seis primeros meses del ejercicio.
Telefónica es un ejemplo de cómo se pueden usar al tiempo varios tipos de retribución a los accionistas. Desde 2002 compatibiliza el pago de diviendo, con la devolución de aportaciones vía reducción de nominal y la entrega gratuita de acciones.
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