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La Trulla de Bozes centra el interés del ciclo de Música Antigua

La Quincena Musical donostiarra hará el próximo lunes un nuevo guiño a Miguel de Cervantes en el cuarto centenario de la publicación de El Quijote. Será en uno de sus ciclos más tradicionales, el de Música Antigua, y de la mano de La Trulla de Bozes, una de las agrupaciones de referencia en la interpretación de la polifonía hispánica del Renacimiento y el Barroco temprano. El conjunto abordará en el convento de Santa Teresa Música mariana circa 1605, un programa con obras de Francisco Guerrero y Sebastián Aguilera de Heredia que se presenta como uno de los platos fuertes del ciclo.

La actuación de La Trulla de Bozes, fundada en 1998 por Carlos Sandúa, es la segunda de una serie de cinco conciertos -el primero lo ofreció ayer el organista y clavicembalista milanés Fabio Bonizzoni- con los que el festival donostiarra realiza un recorrido por la música tradicional de los siglos XIII al XV. El próximo martes confiará esa tarea a El Cortesano, grupo creado en 1998 del encuentro de dos jóvenes intérpretes dedicados a la música del Renacimiento: el contratenor José Hernández y el argentino Ariel Abramovich (laúd y vihuela). Juntos abordarán un programa dedicado a la poesía de Garcilaso y música de vihuelistas relacionada con la corte de Carlos V.

Dos días después, el ciclo de Música Antigua propone una cita con la tradición sefardita y cristiana en la Península Ibérica, a cargo de Vox Suavis, formación encabezada por el tenor Dominique Vellard. Y el 12 de agosto cederá el protagonismo a la coral donostiarra Hondore, vieja conocida del festival. La agrupación, dirigida por José María Unanue, interpretará esta vez Officium defunctorum, una "reconstrucción litúrgico musical basada en la reflexión, el sentido de la vida y la muerte", de Tomás Luis de Vitoria (1605).

Campanas y órgano

Se cerrará así un ciclo que destinará la totalidad de sus ingresos a un programa de Jangela Solidaria y Medicus Mundi para tratar de garantizar durante cinco años la alimentación de 500 niños huérfanos etíopes de los que se ocupa el misionero guipuzcoano Ángel Olaran.

En todo caso, la Quincena presenta otras citas de interés este mismo fin de semana. Una de las más singulares se desarrollará mañana en la iglesia San Esteban de Oiartzun. Cavaillé-Talka presentará allí un espectáculo coproducido por Pagoarte Kultur Etxea y el festival que combina la música del órgano con los sonidos de la txalaparta, la percusión y las campanas del propio templo guipuzcoano.

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En la primera parte del concierto se dejarán abiertas las puertas de la parroquia para asistir al diálogo entre los campaneros y los txalapartaris. Después, ya a puerta cerrada, el organista e improvisador Loïc Maillé, el marimba Urko Arocena y los txalapartaris Beltrán y Monreal, abordarán el estreno de Iragaileraren liburua, de Peio Zabalette.

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