Una felicitación inexplicable

A la vista de los resultados obtenidos, nadie entiende los motivos que ayer llevaron al presidente de la Real Federación Española de Natación (RFEN), Juan Gerardo Konickx, a felicitar a su delegación en los Mundiales de Montreal por el "éxito obtenido y por el esfuerzo y la entrega de deportistas, técnicos y delegados". El Mundial de natación concluyó el pasado domingo con unos de los resultados más pobres de los últimos años para los españoles.

En el saldo final sólo había una medalla de oro, la de David Meca en los 25 kilómetros en aguas abiertas, y otras cuatro -una de plata y tres de bronce- en natación sincronizada. Y en la piscina se accedió sólo a tres finales: dos de Erika Villaécija (sexta en 800 y 1.500 metros) y otra de Eduard Lorente (octavo en 50 metros libres). Sin embargo, la RFEN entiende en el comunicado que ayer hizo público, que los resultados conseguidos en el Mundial "superan las expectativas".

"Me parece todo una comedia. Que feliciten a la sincro, a Meca y a los finalistas, porque el resto de la expedición no ha estado como para tirar cohetes", afirma Joan Fortuny, uno de los técnicos más cuestionados por el máximo responsable del área de natación en la RFEN, Lluís Bestit. "Además, todo eso es una incoherencia, porque antes de concluir el Mundial los directivos anunciaron ya que cortarían cabezas, se metían conmigo y decían que había sido todo un desastre. Y ahora felicitan a los nadadores".

En el fondo, el comunicado pretende abrir una puerta al diálogo entre todos los estamentos de la natación española, enfrentados por completo durante el Mundial y esta misma semana en el Campeonato de España que se está llevando a cabo en Calella. El ambiente está encrespado en gran parte porque Bestit ha comentado extraoficialmente su intención de despedir a Joan Fortuny, que lleva 10 años entrenando al grupo de élite del Centro de Alto Rendimiento (CAR), cuyos nadadores -entre ellos Meca, Villaécija y Lorente- son los que mejores resultados han conseguido en los últimos años y en el Mundial de Montreal. "Lo que hay que lograr es que el deporte de la natación consiga portadas y noticias por sus méritos deportivos y no por el mal hacer de quienes sólo desean dañar la imagen de todo el colectivo buscando su propio beneficio", agrega el comunicado federativo.

En Montreal, el presidente de la RFEN abandonó la ciudad justo un par de días después de haberse iniciado la segunda semana. Varias nadadoras, entre ellas Erika Villaécija, se quejaron del trato que habían recibido de él. "No es lógico que casi ni nos salude". La nadadora del CN Hospitalet, la única finalista en la piscina además de Lorente, afirmó que nadie la había felicitado por haber entrado en la final de 800 metros. "Al contrario", señaló; "un vicepresidente dijo que había estado por debajo de mi mejor marca".

Para Fortuny hay una cuestión primordial: "Lo primero que hay que lograr es que los directivos escuchen a los técnicos y les hagan caso. Que el director técnico [Carles Subirana] mande, y no como ahora, que quien parece mandar es Lluís Bestit. Que nos dejen trabajar y, si la cosa no funciona, a la calle y que vengan otros. Y si se establece un plan estratégico, como quiere Bestit, que se haya estudiado bien y pueda aplicarse. La natación española no va bien; es más, va muy mal".