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Entrevista:Wayne Shorter | MÚSICA

"Busco hacer música que no suene como música"

Es el mejor compositor de jazz vivo y sale a escena sin tener ni la más remota idea de lo que va a tocar. Este galáctico del jazz publica su segundo cedé junto a Danilo Pérez, piano; John Patitucci, contrabajo, y Brian Blade, batería, Beyond the Sound Barrier (Verve). Una obra maestra absoluta a la espera de ocupar su lugar en la historia de esta música.

PREGUNTA. Su pianista, Danilo Pérez, me confesó que ustedes salen a escena sin saber lo que van a tocar, lo que resulta difícil de creer.

RESPUESTA. Pues es la pura verdad. Construimos la música cada noche encima del escenario, unas notas llevan a otras y así sucesivamente. Nunca ensayamos.

P. Utilizarán algún tipo de código en escena o cosa similar...

R. Nada en absoluto. La clave es que los cuatro somos conscientes de que lo único que poseemos, más allá de nuestra respectiva formación como músicos, es la confianza que nos tenemos. La confianza es un aspecto dominante de la condición humana, pero no se puede ensayar. Se pueden escribir libros sobre el tema, rodar películas, pero, al final, es algo que se experimenta, no hay otro modo.

P. En esas condiciones, un Wayne Shorter Quartet con otros músicos que no fuera Danilo, John y Blade, resulta impensable.

R. Me resulta imposible imaginar mi grupo con ningún otro músico. Puestos a especular, los sustitutos tendrían que ser músicos dispuestos a todo; el tipo de músico preparado para tomar partido ante un mundo de opciones ilimitadas, que entienda que no existe nada que pueda considerarse un "accidente".

P. El contenido del disco, ¿cómo se eligió?

R. Los seleccioné entre los conciertos de la última gira sin ningún orden premeditado. Los temas salían sobre la marcha. On Wings of Song es una composición de Felix Mendelssohn, que salió así, y la melodía de Smilin' Through, que lo abre y es la única pieza que no está improvisada, procede de una película de 1941 en la que actuaba Jeannette McDonald. Acostumbro a ver películas en los hoteles cuando estoy de gira, lo que constituye una fuente de inspiración de primera importancia para mí.

P. Uno nunca está seguro de dónde empieza la composición y dónde la improvisación.

R. Tiene que ver con el modo como funcionamos en la vida real. A veces escribimos una carta y otras hablamos, lo que significa que a veces seguimos un guión y otras improvisamos.

P. La música en Beyond... parte de unos pocos elementos que van creciendo...

R. ...y los que empezaron siendo unos pocos elementos dispersos se convierten en muchos, y aparecen los colores, cada uno contribuyendo a su modo al pastel, y las expresiones, que al principio eran limitadas, se multiplican hasta llegar a la total liberación.

P. Parece que el mundo del jazz va por su camino y usted va por el suyo propio.

R. Eso es así porque trato de seguir el verdadero espíritu del jazz. Para mí, la palabra jazz es sinónimo de creatividad. Pienso que el verdadero propósito del jazz es mantener el espíritu de la creatividad e ir un paso más allá de lo democrático, lo que significa que uno, siendo músico de jazz, no debe estar atado a ninguna corriente o filosofía codificada. De ahí el tema Adventures Aboard the Golden Mean(Aventuras a bordo del punto medio). Para algunos autores, el punto medio es el camino de en medio. Para mí, se trata de no estar atado a ninguna corriente, ni siquiera a la de en medio.

P. ¿Considera que el jazz mainstream contribuye a la alienación del individuo?

R. Lo que ocurre es que estamos condicionados por el futuro. Convivimos con lo desconocido, pero ¿cómo puedes ensayar lo inesperado? El mainstream, en música como en el cine, se mueve en torno a una zona confortable que no nos prepara para lo inesperado. Ocurrió el 11-S, ¿quién estaba preparado para algo así? Nos consolamos a base de desear productos que nos proporcionan una apariencia de seguridad, libros, revistas, discos, películas, incluso buscamos una pareja que nos la proporcione. Sin embargo, tenemos que llegar a una especie de acuerdo con lo inesperado y, para tratar con lo inesperado, debemos separarnos de la masa. De eso trata mi música. Debemos darnos de baja del club de lo predecible, llámese el club del jazz como del pop, el country, el rock & roll, el rhythm & blues, el folk, el bluegrass, el world beat... todas estas categorías nos impiden pensar como seres individuales. Lo único consistente en la vida es el cambio.

P. Su música es una búsqueda de lo inesperado...

R. ... y es esa aventura de ir tras de lo inesperado lo que le da sentido. Para mí no existe un principio ni un final. Cuando alguien como el presidente Bush se refiere al principio de la vida, y se niega a poner su firma en un documento alegando que se está interrumpiendo el comienzo de la vida, no es consciente de que no existe ningún principio sino de que la vida es un proceso, y la muerte forma parte de ese proceso llamado vida.

P. Usted ha declarado hallarse en permanente búsqueda de un quinto elemento relacionado con la música.

R. En realidad, busco cualquier cosa, lo que sea, que pueda contribuir a llevar la música más allá de sus límites. Miles Davis me preguntó una vez: "Wayne, ¿tú nunca te hartas de tocar música que suena como música?".

P. Y después de Beyond...

R. Este verano estaremos en Italia y Francia y viajaré a Japón como emisario de la paz, para participar en los actos en conmemoración de los sesenta años de la bomba atómica sobre Hiroshima, junto a Herbie Hancock, un guitarrista de Benin y Carlos Santana. A la vez, estoy trabajando en una forma musical completamente nueva, distinta a la ópera y al concierto, junto con las filarmónicas de Los Ángeles y Sant Louis y la cantante René Fleming. En octubre estaré en Brasil para ver a la familia de mi mujer y hacer algunos bolos, es posible que toque con algún músico de allí, siempre que encuentre a alguien que se mueva en mi onda de la 'música que no suena como música'.

El saxofonista y compositor Wayne Shorter (Newark, Nueva Jersey, 1933).
El saxofonista y compositor Wayne Shorter (Newark, Nueva Jersey, 1933).

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