Manjón augura una masiva acusación particular si el juez rechaza su recurso
La presidenta de la Asociación 11-M Afectados de Terrorismo, Pilar Manjón, advirtió ayer de que si el juez Juan del Olmo no les permite presentarse como acusación popular, a menos que lo hagan bajo la dirección jurídica de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), cada víctima solicitará este derecho de forma individual. "El juez Del Olmo [el instructor del caso] será quien lo decida", pero si no accede, habrá "acusaciones particulares con todas y cada una de las víctimas, sus abogados y procuradores", dijo.
La representante AVT y hasta hace poco vicepresidenta de la misma, María de la Concepción Martín, quitó hierro al recurso de Manjón para "desmarcarse" de la acusación popular de su asociación en el proceso de los atentados. Según explicó en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander, Manjón "hace muy bien en ejercer la acusación popular en forma separada", ya que con personaciones distintas "no se le quita fuerza".
Unas horas antes, sin embargo, Martín afirmó que Manjón "debería dejarse aconsejar" y acercase un poco más "al mundo del resto de las víctimas". Manjón confirmó que su asociación ha interpuesto un recurso ante la Audiencia Nacional contra la decisión del juez Juan del Olmo que les niega personarse como acusación popular. "Sólo nos queda esperar respuesta".
"Goteras" en la Audiencia
Manjón se mostró indignada porque, dijo, la Audiencia Nacional no tiene "filtraciones", sino "goteras", y criticó duramente la publicación de parte del sumario en la prensa "cuando ni yo", dijo, "como parte personada, la tengo".
El seminario Terrorismo, antiterrorismo y globalización reunió a seis mujeres golpeadas por el terrorismo. Además de Manjón y Martín, estuvieron María Jesús González (vicepresidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo), Ana Iríbar (de la Fundación Gregorio Ordóñez), Ángeles Domínguez (Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M), Natividad Rodríguez (Fundación Fernando Buesa). Uno de los temas centrales fue el posible diálogo del Gobierno con ETA.
Iríbar, González y Martín se mostraron en contra de una posible negociación. "Con los terroristas sólo cabe negociar el color de los barrotes de las celdas", aseguró Iríbar. Más matizada fue la postura de Natividad Rodríguez, viuda de Fernando Buesa, quien pidió un "voto de confianza al Gobierno", aunque aseguró que "los crímenes de sangre deben pagarse". Manjón se desmarcó del debate porque, según ella, en la mesa había "cinco personas más autorizadas para hablar del terrorismo de ETA".
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