"Motril es un diamante en bruto"

Pedro Álvarez (PSOE) es alcalde de Motril (55.000 habitantes) desde el 4 de octubre pasado, cuando desbancó en moción de censura a Carlos Rojas (PP). Llegó a la alcaldía en pleno proceso de reconversión al turismo de esta ciudad de la costa de Granada tradicionalmente agrícola. Cree que la llegada de las autovías Bailén-Motril y del Mediterráneo, prevista para 2008, acelerará ese proceso convirtiendo al municipio en un referente turístico en Andalucía. Pero sin masificación.

Pregunta. ¿Qué hay que hacer para que Motril se convierta en destino de primer orden como Almuñécar o Nerja?

Respuesta. Simplemente desarrollar todo lo que hemos planificado desde el Ayuntamiento. Nuestras señas de identidad son el sol y la playa. Este año hemos conseguido mejorar el litoral como demuestra las dos banderas azules que hemos conseguido. En los próximos cinco años se abrirán cinco instalaciones hoteleras de gran calidad. La primera ya la hemos inaugurado este año. Pasado ese tiempo tendremos dos campos de golf, dos puertos deportivos de primera señeros. Todo ello con la marca de calidad de la Costa Tropical, un referente cultural. gastronómico y antropológico por el cultivo de la caña de azúcar.

P. ¿Cuáles son los puntos fuertes que ofrece el municipio?

R. Somos un destino por desarrollar, pero con muchas posibilidades de convertirse en un municipio eminentemente turístico. Al mismo tiempo ofrecemos mucha calidad, ya que nuestras playas no están saturadas ni son sinónimos de congestión. En Motril se puede respirar un ambiente tranquilo con un clima singular.

P. También tendrá algunos inconvenientes.

R. Tenemos un problema con las infraestructuras. Aunque el Gobierno se ha comprometido a terminar la autovía de Granada y la del Mediterráneo en 2008 hay mucha gente a la que el déficit de buenas comunicaciones la echa para atrás. Las infraestructuras hoteleras actuales son insuficientes, pero somos un diamante en bruto que acaba de empezar a andar.

P. ¿Hay alguna actividad alternativa a la playa?

R. Motril tiene muchos alicientes. Tenemos el museo preindustrial de la caña de azúcar, que se acaba de inaugurar, donde el turista puede introducirse hasta en los olores tradicionales a caña y melazas que siempre ha tenido esta zona. En dos meses abriremos un centro de interpretación del azúcar, cultivo tradicional de la ciudad. Tampoco hay que olvidar nuestra gastronomía. Las quisquillas de Motril son conocidas en toda España. Los espetos de sardinas y los boquerones también tienen un sabor específico, sin olvidarnos de la repostería de origen árabe, como la torta real, o el magnífico palito de ron pálido... Por la noche tenemos muy buen ambiente en nuestros chiringuitos, preparados para gente de todas las edades. Y en agosto, las fiestas patronales.

P. ¿Se convertirá Motril en una ciudad dormitorio de Granada con la autovía?

R. Hay mucha gente de Granada que ya ha establecido su primera vivienda en Motril. Con la terminación de la autovía, que pondrá la capital a 35 minutos, esta tendencia se acentuará, porque mucha gente del área metropolitana de Granada tarda más tiempo en llegar a su trabajo. De todas formas, queremos que el suelo de uso residencial crezca en consonancia con el de uso hotelero.

P. ¿No corren el riesgo de convertirse en Marbella o Benidorm?

R. Ahí está nuestra responsabilidad. No queremos tener las playas llenas de pisos vacíos durante el invierno. Buscamos un desarrollo equilibrado con respeto a nuestra singularidad tropical. Los promotores lo han entendido porque así, al final todos salimos ganando.

P. ¿Cuál es su rincón favorito del municipio?

R. Desde pequeño he estado enamorado de la playa de la Joya, entre los anejos de Torrenueva y Carchuna. Para mí es el sitio más singular, uno de mis lugares preferidos que tiene además la opción nudista. De todas formas, yo veraneo en la playa de Carchuna, muy extensa y también muy bonita.

P. ¿Qué es lo que un visitante nunca debería perderse?

R. Recomendaría visitar el museo monumental del azúcar, disfrutar de un espeto de sardinas con una cerveza bien fría a la hora del aperitivo y tomarse un buen arroz con bogavante en una de nuestras arrocerías. Pasear por el parque de los Pueblos de América o saborear un buen palito de ron en nuestras playas también es una buena opción.