Bush nombra por decreto a Bolton embajador ante la ONU
Los demócratas bloquearon la designación durante cinco meses
A dedo. Así es como finalmente el presidente George W. Bush nombró ayer a John Bolton como nuevo embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas. Harto de maniobras políticas en el Senado, Bush se valió ayer de sus prerrogativas constitucionales y aprovechó el receso vacacional de agosto del Legislativo para instalar en el puesto a un diplomático que nunca ha empleado sutilezas para criticar a la ONU y cuyo nombramiento ha sido bloqueado sistemáticamente durante cinco meses.
La designación directa de Bolton hace de éste un personaje ya tocado antes de sentarse en la sede de la ONU en Nueva York: los demócratas -y parte del ala republicana- consideran que carece de legitimidad para representar al país. Y por si esto fuera poco, su mandato tiene fecha de caducidad: hasta principios de 2007, cuando concluye el actual periodo legislativo.
"Este puesto es demasiado importante como para estar vacante durante más tiempo, especialmente durante una guerra y en un debate vital sobre la reforma de la ONU", informó el presidente durante el acto en la Casa Blanca en el que anunció su decisión. La Administración de Bush veía con preocupación la proximidad de la 60ª Asamblea General de Naciones Unidas, que se celebrará en Nueva York entre el 14 y el 16 de septiembre, sin contar con un embajador en la misma. Característico por su bigote blanco, Bolton, 56 años, flanqueado por el presidente y la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, se definió "honrado" por la decisión del presidente. "Será un gran privilegio ser abogado de los valores e intereses de América ante Naciones Unidas, y según los principios de la propia organización, ayudar a mantener la paz y la seguridad internacional".
Bush insistió ayer en que la nominación de Bolton, realizada el 7 de marzo, estaba siendo apoyada por una gran mayoría del Senado pero que debido "a intereses partidistas y tácticas dilatorias por parte de un puñado de senadores, a John se le han estado negando injustamente los votos que merece". No es la primera vez que Bush opta por nombrar a alguien a dedo. El secretario de Estado adjunto para América Latina, Otto Reich, fue instalado en su puesto por ese procedimiento
Bush ha tenido que torcer el brazo a la realidad y zanjar por decreto una batalla política que prueba una vez más la polarización que domina Washington. El presidente podía haberse envainado el nombramiento y proponer a otro candidato. Pero eso hubiese dejado al descubierto su debilidad en un momento delicado, cuando los sondeos sobre su gestión están por debajo del 50%. De esta manera, la Casa Blanca no ha cedido a la petición demócrata, y en algunos casos republicana, de tener acceso a documentos que reflejarían las presiones de Bolton sobre expertos de inteligencia que no se ajustaban a sus puntos de vista sobre la capacidad militar de Cuba y Siria. Hasta ayer, Bolton fue subsecretario de Estado para el control armamentístico y la seguridad internacional, un cargo desde el que ha abogado por una política dura contra Irán y Corea del Norte. Mientras ocupaba este cargo, Bolton recibió acusaciones de malos tratos y agresividad hacia sus subordinados. Poco o nada ayudó también en su votación en el Senado un comentario realizado en 1994 en el que sentenció: "Naciones Unidas no existe". "Si el edificio de Nueva York perdiera diez pisos, daría igual", dijo.
Neoconservadores
Representante de los neoconservadores, la línea dura de la diplomacia estadounidense, defensora de la acción unilateral y convencida de la inutilidad de la ONU como garante de la seguridad, Bolton -con un amplio historial como alto cargo en las Administraciones de Ronald Reagan y George Bush padre- sucederá al ex senador John Danforth, que dejó en enero el cargo. Aunque oficialmente el abandono de Danforth se debía a la edad y al cansancio, fuentes diplomáticas justificaron su renuncia en su frustración por la rigidez con la que era obligado a defender las posiciones de su Gobierno en la sede de Naciones Unidas. Desde allí, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, aseguró ayer que trabajará con Bolton como trabaja "con los otros 190 embajadores". "Es una prerrogativa del presidente. Y ha decidido usarla", puntualizó Annan.
Para el senador demócrata Edward Kennedy, el anuncio realizado por el presidente antes de irse de vacaciones a su rancho de Crawford (Tejas), constituye "un abuso de poder". Christopher Dodd, demócrata y veterano en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, declaró que el presidente ha hecho "un flaco favor a nuestra nación al nombrar a un individuo que carece de credibilidad para defender los intereses de EE UU ante la ONU". El senador republicano George Voinovich manifestó ayer que el nombramiento por decreto de este embajador sólo "añade al equipaje de Bolton más falta de credibilidad ante Naciones Unidas".
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