Zapatero defiende el diálogo con el PNV y anuncia una entrevista con Ibarretxe

Lo excepcional es la ausencia de diálogo, y lo normal "y lo positivo para el futuro del País Vasco" es mantener una actitud de diálogo. Con esta apreciación, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, avaló anoche las reuniones discretas mantenidas por dirigentes de su partido con el PNV. Es más, él mismo se reunirá el próximo mes de septiembre con el presidente del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe. Naciones Unidas empezará a trabajar en el proyecto de la Alianza de Civilizaciones el próximo mes de noviembre en Baleares.

Durante hora y media el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvo una entrevista de trabajo con el Rey don Juan Carlos en el Palacio de Marivent en la que, sobre todo, le informó sobre las previsiones económicas de España para el próximo año. A la salida del encuentro el jefe del Ejecutivo avaló la reunión que el pasado 21 de julio mantuvieron en Madrid los dirigentes socialistas José Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba, junto a dirigentes del PSE con la dirección del PNV. Este encuentro ha sido criticado por el Partido Popular toda vez que los peneuvistas también se reúnen con Batasuna y proclaman, como ayer hizo Josu Jon Imaz, su ansia de "cosoberanía" con España. Pero Zapatero obvió anoche en Marivent estos extremos y quiso mirar un poco más allá. "El PSOE y el Gobierno de España mantienen la actitud de hablar con todas las fuerzas políticas parlamentarias; eso es lo normal, lo excepcional es no dialogar". Además, apostilló: "Ese diálogo será positivo para el futuro en el País Vasco". En ese contexto anunció que en el mes de septiembre se reunirá con el lehendakari Juan José Ibarretxe. Una y otra vez hizo un alegato contra la violencia y aseguró que él no distingue entre terrorismo "de más o menos intensidad", en relación al recrudecimiento de la violencia callejera. Pero lo cierto es que ayer el líder socialista, ya casi en el comienzo de sus vacaciones que empezarán hoy en Canarias, mostró una actitud optimista en todos los terrenos.

También, respecto a Cataluña se mostró confiado. La diferencia de posiciones entre el PSC y ERC sobre la reforma del Estatuto no cree que sea irreversible dada su confianza en las fuerzas políticas de esa comunidad. Ahora bien, incluso si no hubiera nuevo Estatuto porque las discrepancias continuaran, dio a entender que la situación no afectaría al apoyo que ERC presta al Gobierno central. "Yo veo al Gobierno central con mucha estabilidad".

Quizá su optimismo derivaba de la encuesta del CIS que sitúa a su partido a 5,5 puntos de distancia del PP. No obstante, señaló que las encuestas hay que "matizarlas mucho" cuando no hay unas elecciones cercanas. Zapatero desistió de indicar al PP cómo debe hacer oposición y sí dijo que "la invitación al diálogo" a Mariano Rajoy es permanente. Incluso aunque lleve al Parlamento temas que no solían estar en la agenda de la oposición, en referencia implícita al terrorismo.

Pero Zapatero quiso reservarse para el final un anuncio que expresó con evidente satisfacción. La primera reunión del Grupo de Alto Nivel, para poner en marcha el proyecto de la Alianza de Civilizaciones se celebrará en Baleares en noviembre, impulsado por Naciones Unidas y patrocinado por España y Turquía. Intelectuales y ex altos mandatarios compondrán el grupo que propondrá el secretario general de la ONU Kofi Annan.

En este ambiente optimista Zapatero informó de los objetivos del Gobierno para ésta y la próxima legislatura. Cuando acabe 2008 se propone que la tasa de desempleo sea igual a la media europea. En la siguiente legislatura quiere conseguir la media de renta europea y disminuir la deuda al 40% del PIB.